Esperaba una respuesta del azabache que se estaba tardando en llegar, lo que lo hizo preocuparse aún más de lo que estaba.
¿Realmente había asustado a Duxo?
Diego se sintió un tanto triste al pensar aquello, pues quería que el oji lila se volviera su primer amigo, ¿Pero había terminado asustándolo antes de siquiera aceptar su petición?
Eres un tonto, Dieg-
La voz del azabache interrumpió su regaño mental:
—No. Lo siento, no me gusta tener amigos.
Diablos. Ese sí que había sido un rechazo directo.
El castaño se quedó un momento procesándolo, sin creerse todavía que el oji lila dijera aquello como si nada. Si él se consideraba una persona directa que no dudaba, el azabache definitivamente lo era mucho más.
Aunque aquello, por alguna razón, le gustó. Y mucho. Así que se negó a irse, inclinándose para mirar de frente al otro que se encontraba con la cabeza agachada. Vio como el oji lila volteaba todo su cuerpo para esquivar su mirada, algo que lo hizo reír internamente.
De todos modos, no se rendiría tan fácil, así que decidió preguntar:
—¿No te gusta tener amigos? ¿Por qué?
Sólo esperaba que no fuera por algo muy personal para el azabache, pues lo que menos quería a final de cuentas era terminar incomodándolo. A pesar de todo, su curiosidad y ganas de tener a Duxo como amigo eran más fuertes, por lo que continuó ahí, callado y esperando una respuesta, que lo sorprendió cuando no tardó mucho en llegar.
—Simplemente no me gusta. —Escuchó que dijo el más bajo, con un tono de voz que Diego pudo notar que lo incitaba a rendirse y dejarlo en paz.
Pero si había algo que al castaño lo caracterizaba además de su forma directa de hablar, era su terquedad. Así que de nuevo, no se rindió:
—Por favor. Realmente quiero ser tu amigo.
Ni siquiera él mismo sabía del todo porque insistía tanto con el tema, aunque creía que tenía un poco que ver con el hecho de que sentiría un tanto humillado de que alguien lo rechazara siendo quien era... Cualquier persona se moriría por ser su amiga, ¿Verdad?
En parte por eso no entendía porque Duxo no lo hacía. Peor cuando lo quería específicamente a él, aunque no terminara de entender por qué.
—Ya dije que no.
Agachó la cabeza con tristeza. Y por un instante, un pequeño instante, pensó que realmente lo mejor si sería irse y dejar al oji lila en paz... Pero la idea se esfumó tan rápido como el oji miel recordó que tenía algo en su bolsillo que siempre le funcionaba cuando se trataba de conseguir algo... Osea, dinero.
Se llevó la mano al bolsillo del pantalón y sacó primero un billete de 10 soles, notando que el azabache miraba aquello con atención.
Se alegró al pensar que había dado en el blanco.
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⊹⊣ ¡Sᴇᴀᴍᴏs ᴀᴍɪɢᴏs! ⊢⊹ [Duxino]
Fanfiction⩺ Tras pasar años siendo educado en casa, apenas saliendo algunas veces de aquel lugar, Juan Diego Aquino por fin puede ir a una escuela normal y socializar, o eso es lo que esperaba, no estaba en sus planes el olvidar como hacerlo... Por lo que ten...