Riley estaba nerviosa en su habitación. La entrenadora de los Fire-Hawks había mostrado interés en ella y sus amigas para unirse al campamento de hockey. Si lograba impresionarla, tal vez podría formar parte del equipo el próximo año. La emoción era tanta que decidió investigar más sobre el equipo en redes sociales, aunque ya sabía casi todo sobre las jugadas, estrategias y las jugadoras.
Valentina Ortiz, la capitana, era la estrella indiscutible. Riley admiraba cada aspecto de Val al observar las fotos que había subido con el equipo. No podía esperar para conocerla y sobre todo, impresionarla. Sin embargo, también se sentía nerviosa imaginando qué pasaría si no era lo suficientemente buena, si hacía el ridículo o la decepcionaba.
Con el corazón acelerado y una mezcla de emociones, apagó su teléfono y gritó en su almohada para no despertar a sus padres. Tan absorta estaba en Val y el campamento que finalmente cayó profundamente dormida.
⛸️...⛸️
La chica, que antes vivía en Minnesota, por fin estaba en el campamento. Se bajó del auto de sus padres, intentando tranquilizarlos de todas las formas posibles, ya que eran demasiado sobreprotectores. Los tranquilizó y se despidió de ellos, mirando cómo el auto se alejaba poco a poco. Apenas pudo aguantar las ganas de romper en llanto; hacía unos pocos segundos había recibido la amarga noticia de que sus mejores y únicas amigas, Bree y Grace, no irían a la misma secundaria que ella. Los pensamientos de quedarse sola en la secundaria inundaron su cabeza, pero rápidamente se limpió las lágrimas. Respirando profundamente, sabía que tenía que concentrarse; no era buen momento para quebrar en llanto. Estaba en ese lugar por una sola razón entrar en el equipo.
Además, no era buena idea llorar estando afuera del campamento, con gente cerca, y menos aún con chicos de secundaria alrededor. Riley levantó la mirada, intentando localizar a sus amigas entre la multitud, hasta que finalmente lo logró. Se dirigió a donde estaban, esquivando gente, pero en su prisa chocó accidentalmente con otra chica.
La rubia cayó al suelo, dejando caer su bolso y palo de hockey. Se quejó un poco del dolor, intentando que sus sentidos se coordinaran rápidamente para levantarse y evitar la vergüenza, ya que sentía varias miradas sobre ella. Pero en su intento de levantarse, vio la mano de la chica con la que había chocado enfrente de ella.
-¿Estás bien? -su tono de voz era suave, con un toque de preocupación mientras miraba a la chica rubia con la que había chocado hace pocos segundos.
Riley alzó la mirada, quedando completamente sorprendida. Val, la capitana de los Fire-hawks, estaba frente a ella. No solo acababa de chocar contra ella, sino que era la peor manera de tener su primera interacción.
Riley se ruborizó intensamente, lamentando haber chocado con ella en su primera impresión.
-'¡Chocar contra ella, vaya idea, Riley!'-se reprendió mentalmente.
Recobrando la compostura, Riley tomó la mano extendida de Val, sintiendo su firmeza y suavidad, la ayudó a levantarse con una sonrisa que parecía iluminar todo a su alrededor. La menor se quedó mirándola, con los ojos llenos de asombro y admiración; solo fueron unos segundos, pero en ese breve momento, Riley se sumergió en la belleza de Val, en su sonrisa cálida y en ese mechón de cabello rojo que la hacía única y fascinante antes los ojos de la menor. Sus ojos eran grandes y de un profundo color marrón oscuro, irradiando una energía amigable y confiable. Riley no podía evitar sentirse impresionada por la seguridad y el carisma que emanaba Val.
-Hola, soy Val -sonríe mirando cómo la chica que tenía al frente parecía estar pensando en demasiadas cosas en ese momento-.
-¡Lo sé! ¡Eres la capitana del equipo, estableciste el récord de goles en tu segundo año!, tu color favorito es el rojo -respondió Riley, dándose cuenta de que no había soltado la mano de Val-. ¡Uh, lo siento! -se apresuró a soltarla, riéndose nerviosamente.
-¡Ah! La entrenadora nos contó sobre ti... Riley, ¿verdad? De Michigan, ¿no es así? -la miró esperando estar en lo correcto y no haberla confundido con alguien más-.
Riley sintió emoción al saber que Val sabía de ella. Aunque era de Minnesota y no de Michigan como Val había dicho, no quiso corregirla.
-Jeje, sí, justamente Riley, del placentero Michigan. Jeje -se rió nerviosamente, sin saber qué hacer o decir exactamente frente a ella-
-¡Genial! -sonrió-. Oye, ¿quieres venir conmigo, Riley? Te presento a las otras Fire-Hawks.
La joven rubia, al escuchar eso, reprimió como pudo las ganas de saltar y gritar que sí, como una niña pequeña, frente a Val.
-Sí, con gusto -asintió intentando parecer lo más tranquila posible-.
-Ok, toma tus cosas y ven -la miró para luego acercarse a la entrada del campamento-.
La menor asintió rápidamente, tomando sus cosas muy feliz por lo que estaba pasando. Miró a Val, quien le estaba haciendo señas para que la siguiera. Aunque por otro lado, miró a sus amigas a lo lejos... -¿Debería ir con ellas? -pensó Riley, para luego mirar a Val de nuevo. No pensaba desperdiciar esa gran oportunidad y la siguió.
-Ya voy!-se acerca donde ella rápidamente-Gracias por enseñarme el lugar-sonríe agradeciéndole-.
-No tienes porque agradecerme-sonrió Val, y juntas caminaron hacia el vestuario-
-Fin del cap 1-
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Intensamente Enamorada (Riley x Valentina)
Fanfiction¿Qué pasa si cambiamos un poco las cosas? Riley deberá lidiar con sus nuevas emociones para ser aceptada en su nuevo equipo, especialmente porque espera ser aceptada por Val. Esa admiración que Riley siente por Val la llevará a hacer cualquier cosa...