Intensamente Enamorada (Riley x Valentina)

🍂😍Capitulo 15: Momentos de Felicidad😍🍂

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Riley no podía dejar de sonreír. Había pasado unas semanas desde que ella y Val se habían convertido oficialmente en novias, y cada día había sido un sueño hecho realidad. El mundo parecía más brillante, los colores más vívidos, y cada pequeño gesto de Val hacía que su corazón latiera con alegría.

Ese sábado por la mañana, Riley se encontraba en su habitación, organizando su ropa y preparándose para un día especial con Val. Habían planeado pasar el día juntas en un parque de diversiones cercano, algo que habían discutido hacía tiempo pero que nunca habían llevado a cabo. Finalmente, hoy era el día.

Riley escogió un vestido ligero de verano y se puso una chaqueta por si el clima cambiaba. Estaba nerviosa, pero también emocionada por pasar tiempo con Val en un lugar tan divertido. Justo cuando terminó de arreglarse, el sonido del timbre la sacó de sus pensamientos. Bajó corriendo las escaleras y abrió la puerta para encontrar a Val esperándola, con una sonrisa radiante y un ramo de flores en la mano.

—¡Hola, Riley! —dijo Val, entregándole el ramo de flores. Eran sus favoritas, girasoles y margaritas, y Riley se sintió abrumada por el gesto.

—¡Val! Son hermosas, gracias —respondió Riley, sintiendo un cálido cosquilleo en su estómago. Val siempre sabía cómo sorprenderla de la mejor manera posible.

Val se inclinó y le dio un beso suave en los labios. —Nada es demasiado para mi chica —dijo con una sonrisa traviesa, haciendo que Riley se sonrojara.

Ambas emprendieron el camino hacia el parque de diversiones. Al llegar, el bullicio de risas y la vista de las atracciones hicieron que Riley se sintiera como una niña pequeña otra vez, llena de emoción y anticipación.

—¿Por dónde empezamos? —preguntó Val, entrelazando sus dedos con los de Riley mientras caminaban hacia la entrada.

—¡Quiero montar la montaña rusa! —respondió Riley con entusiasmo, mirando la estructura gigantesca con ojos brillantes.

—Perfecto, entonces vamos —dijo Val, guiándola hacia la fila. Durante el recorrido, Val mantuvo a Riley cerca, sosteniéndola con fuerza cada vez que el carrito bajaba en picado, y ambas gritaban y reían juntas, disfrutando de la adrenalina.

Después de varias atracciones emocionantes, se dirigieron a una sección más tranquila del parque. Allí encontraron un hermoso jardín con un lago y decidieron tomar un paseo en bote. El sol brillaba en lo alto, y una brisa fresca acariciaba sus rostros mientras remaban suavemente en el agua. Riley se recostó en el bote, disfrutando del momento de tranquilidad.

—Este es el mejor día de mi vida —murmuró Riley, cerrando los ojos y dejando que el suave balanceo del bote la relajara.

Val la miró con ternura y se inclinó para darle un beso en la frente. —Lo es para mí también, Riley. Me encanta pasar tiempo contigo así —dijo Val, tomando la mano de Riley y entrelazando sus dedos.

Más tarde, pasearon por los puestos de comida y probaron todo tipo de delicias. Val insistió en ganar un peluche para Riley en uno de los juegos de feria, y después de varios intentos fallidos y muchas risas, finalmente lo consiguió. Riley abrazó el peluche con alegría, agradecida por la dedicación de Val para hacerla feliz.

—Eres la mejor, Val —dijo Riley, besándola en la mejilla y sonriendo.

Cuando el sol comenzó a ponerse, decidieron terminar el día con una vuelta en la rueda de la fortuna. Subieron a una de las cabinas y, mientras ascendían, el paisaje se desplegaba ante ellas en una vista impresionante. El cielo se pintaba de tonos anaranjados y rosas, y las luces del parque comenzaban a brillar como estrellas en la noche.