Capitulo 19

60 12 10
                                    


Hanna



Por la cara con la que me mira Seider, me deja saber que no se lo esperaba. Y si soy completamente honesta conmigo misma, esta situación es de lo más complicada. Una locura que podría acabar muy mal.

Pero prefiero clavarme clavos hirviendo, antes de volverme de nuevo en el jueguito sórdido de Albert Sheds. Y por lo que se tono en la voz de mi madre cuando la llame. Aquello que estaba planeando ya estaba casi decidido. Espero que esta decisión que estoy tomando le demuestre que no soy la misma niña de 16 años.


Seider no hablo en lo que me pareció una eternidad.

-Eso me ha tomado un poco desprevenido, pero si es lo que tú quieres. así será. -me responde al fin.

En realidad, no es lo que quiero, pero es lo que necesito.

-nuestra relación en público sería totalmente real? -pregunto.

-será tan real como cualquier pareja. -me responde serio.

-voy a poder contar contigo para algún problema que tenga? ¿Si necesito un favor o algo por el estilo me ayudarías? ¿Podríamos ser amigos en algún momento? -se que son varias preguntas, pero necesito escuchar su respuesta.


Este es el verdadero motivo por el que acepto su asqueroso contrato. No voy a decirlo en voz alta, pero sé que mi madre me dará algunos problemas si no cuento con el apoyo de Seider completamente.


-Podrás contar conmigo para absolutamente todo lo que necesites o desees. Y si no quieres enfrentarte a algo tan solo déjamelo a mi y yo lo resolveré por ti. -no se si son ideas mías, pero noto un cierto doble sentido en su respuesta que me inquieta.

El calor me absorbió a medida que el iba diciendo lo que dijo

Me ha dejado acalorada. Estoy segura de que en este momento debo estar colorada como una tonta.

-y lo de la amistad Hanna, está sobrevalorado. -continua él.

-hmm ok entendido y gracias, con el apoyo es suficiente, me gusta pelear mis propias batallas. -trato de sonar lo más relajada posible.

-Estaremos casados. Tus batallas serán mis batallas. -la intensidad con la que me esta mirando me hace sentir más pequeña de lo que soy.


Hoy Seider se ve particularmente más guapo. Tiene un traje que absolutamente esta hecho a la medida. Pantalón y chaqueta color gris. La camisa debajo es blanca y la corbata negra. Parece el Dios de los ejecutivos del mundo.

-algo mas que quieras saber o preguntar? -me interroga el sacándome de mis pensamientos sobre el.

-en realidad, si y muchas. -le confirmo.

Espero que no pierda la paciencia tan fácil con mis preguntas.

-Soy todo tuyo. Puedes preguntarme lo que desees. -de nuevo esa mirada que Dios mío.


¿Por qué el me mira así? Y peor aún, por qué demonios yo me siento como si estuviera caminando directito a un volcán a punto de hacer erupción.


-Este encendido el aire acondicionado? -que rayos acabo de preguntar.

La ceja derecha de Seider se eleva mientras me mira sonriente, es la primera vez que me da un rostro tan relajado. Un lado de su sonrisa hacia arriba. Era una linda sonrisa. ¿Como será escucharlo reír?

Secretos de oficinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora