"Rai tiene un flechazo con Alondra, una alfa, que es la mejor amiga de su hermano Alex y llega a vivir con ellos. Donde Alondra ignora a Rai y su "tonto" enamoramiento, pero todo cambia cuando la pequeña ojimiel se presenta como omega."
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- No soy buena bailando. - confesó Samantha sonrojada.
Aunque Rai no sabia si estaba sonrojada por el calor del lugar o por la vergüenza de su confesión, de cualquier manera, a ella se le hizo algo muy tierno.
Una alfa sonrojada no se ve todos los dias.
- Ni yo. Soy pesima. - contestó la omega.
- No mientas, lo haces estupendo. Solo lo dices para no hacerme sentir como una perdedora.
Rai río, y aunque la musica era lata, su risa se alcanzó a escuchar.
- ¿Que tal si vamos allá fuera a hablar?, con toda la música y el ruido me estoy mareando. - propuso la alfa.
La omega asintió encantada con la idea.
Samantha la tomó de la mano para guiarla hacia fuera entre la multitud de personas, algo que realmente agradeció. Cuando lograron salir el aire fresco de la noche en su rostro fue algo magnífico despues de haber estado horas alla adentro entre la multitud.
- Sentemos ahí. - hablo Samantha señalando unas sillas que estaban en el patio trasero de la casa.
La alfa la guio a las sillas sin soltar su mano ni un segundo, Rai realmente no sabia que sentir con eso. Y fue ahi cuando Rai sintió el aroma de Samantha. Era un aroma a canela y limón, uno muy fuerte, característico de una alfa.
- Cuentame Rai, ¿Tienes pareja? - preguntó la alfa interesada en la respuesta.
Rai fruncio el ceño, no sabia que responder a eso, "¿Tengo pareja?", se preguntó a si misma.
Era algo complicado, por que Yeriel la habia terminado o algo asi, pero su omega se sentia extraña entorno a Alondra, como si fueran pareja, pero en realidad no lo eran. - Supongo que no. - contestó con simpleza y encogiendose de hombros.
- ¿Supones? - preguntó la alfa confundida.
- Es algo complicado, no sabria cómo explicarlo. Mejor dime tú, ¿Tienes omega? - preguntó tratando de evadir su situación.
- Si - contestó sonriente - Se llama Ari, tenemos años juntas.
- ¿Años?
- Seis para ser precisas.
- ¿Cuantos años tienes? - preguntó Rai sin poder evitarlo.
- Veinticinco.
- ¡Oh! - expreso la omega.
- ¿Soy muy vieja? - preguntó la alfa riendo por la expresión de la castaña.
- No, solo crei que eras de mi edad, ya sabes, como estabas en la fiesta de Angie, crei que tenias nuestra edad.
- ¿Osea que me veo de menos de veinte?, ¡Vaya!, eso me hace sentir mejor.
