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ya habían pasado varios días, habían asistido al funeral del tío de pansy, alexei. durante el regreso la joven pelinegra se había pasado el rato cabizbaja sin mirar a sus amigos.

draco ni sus amigos la habían dejado sola en ningún momento. draco no se despegaba de ella, se había visto el bajo humor de la chica parkinson, ya no peleaba con blaise que era lo más recurrente, solo miraba su comida sin ninguna intención de comerla.

no fue hasta los entrenamientos de quidditch cuando draco insistía en quedarse con ella en lugar de ir a entrenar, pero pansy lo había convencido de que se fuera, blaise por otro lado se quedaba haciéndole compañía junto a mattheo.

ninguno lo iba a negar estaban nerviosos y preocupados por su amiga. entendían que pansy había perdido a la única persona que había estado para ella, pero no había llorado ni una sola lágrima desde que partieron para la mansión parkinson y en su regreso.

no era la primera perdida de la heredera parkinson, también había perdido a su abuela pero estaba muy chiquita para recordarlo bien. aunque si, su muerte la había afectado mucho pero con el paso de los años había aprendido a vivir con eso. había perdido a todos los que alguna vez le demostraron que la querían de verdad.

esa misma noche pansy se había logrado escapar de blaise y mattheo.

draco, enzo y theo estaban en los entrenamientos de quidditch, ya que el siguiente viernes jugarían contra hufflepuff.

blaise había organizado una noche de películas muggles para ver con mattheo y pansy. mattheo entraba después de blaise con los brazos llenos de golosinas y frituras, mientras que blaise cargaba pizza, alitas, tres botes de helados diferentes y películas.

—¡pansy! —grito sin respuestas— ¡harold! ¡sherk! ¡fiona!

—¡burro! —exclamo mattheo levantando los brazos. el moreno lo vio divertido buscando a la pelinegra por la habitación— ¿dónde se metió lord farquaad?

mattheo se burló abriendo el clóset buscándola.

—se fugo.

mattheo abrió el baúl de pansy cerrando de golpe, mirando asustado a blaise.

—¿esta ahí? —negó— ¿entonces?

—el trauma de mi vida —camino hacía el otro lado de la habitación mientras blaise se acercaba a ver el contenido del baúl.

blaise abrió el baúl cerrando de golpe mirando a mattheo. —ya entiendo los gritos de pansy en las noches cuando draco se escapa de su habitación.

—¿pero dónde está?

blaise se encogió de hombros mirando la habitación. —¡se escapó!

ambos salieron corriendo la habitación.


































adaline había terminado su sesión de estudio con cormac mclaggen, aquel chico de gryffindor había bajado sus notas en transformaciones por lo que propusieron a la hufflepuff.

aunque cormac durante todas sus sesiones se la pasaba constantemente coqueteando con adaline.

caminaba por los pasillos dirigiéndose al comedor donde harry la esperaba. cuando comenzo a escuchar los llantos y risas a lo largo del pasillo oscuro.

comenzo a caminar hacía los ruidos con un tanto de miedo a lo que fuera encontrar. la figura femenina sobre el piso llamó su atención, se acercó con lentitud tratando de averiguar quién era.

—¿parkinson? —se acercó a la pelinegra con lentitud.

—¡tú eres cupid! —la señaló comenzando a reír.

k ; theodore nott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora