La preparatoria parecía estar en una intersección relativamente tranquila, o eso mencionó Hyung-seok. Jihoon lo esperó en el mismo parque a unas calles de donde se hospedaba y donde se habían reunido la primera vez. Estaba con la mirada en su teléfono, mensajeándose con Taehyung, y tenía una mano en el bolsillo de su pantalón. No había muchas personas transitando el parque. Vio a una chica paseando su perro y a una ajumma que lo miró de forma extraña.
Jihoon nunca prestó atención a las personas en la isla, simplemente no tenía tiempo o la paciencia para tratar con ellas. Su madre había tenido un tiempo difícil cuando se mudó ahí, cuando Jihoon tenía cerca de seis años. No sabía los detalles, pero sabía que no todos fueron amigables con ella. Creciendo, Jihoon notó las miradas de las otras madres y los tratos de parte de ciertas personas. Su madre siempre sonreía y decía que todo estaba bien, pero debía suponer que no fue fácil. A partir de eso, Jihoon había desarrollado una corta tolerancia hacia las personas. Prefería permanecer en su pequeño círculo conocido, ignorando todo lo demás lo más que pudiera. No creía que pudiera cambiar eso ahora, ni quería tampoco.
"Hyeong," oyó Jihoon y levantó la cabeza solo para fruncir el ceño.
Aún le resultaba difícil asociar a ese modelo que caminaba hacia él con la bola de grasa que recordaba era su primo. Ni siquiera sabía si era posible un cambio tan radical. ¿Alguien podía volverse tan alto en ocho años? Hyung-seok sonreía; la luz de la mañana caía sobre su rostro de facciones perfectas, perfectamente peinado, alto, esbelto, un maldito artista de K-pop. Jihoon estaba molesto y divertido en partes iguales.
"Yo," Jihoon respondió mientras Hyung-seok se acercaba a él, pareciendo estar contento para ser tan temprano. Jihoon cerró su teléfono y alzó la mirada hacia el rostro de su primo. Suspiró y se acarició la sien; todo había sido tan estresante esos días que le dolía la cabeza."¿Estás bien, Hyeong? ¿No pudiste dormir anoche?" Hyung-seok preguntó, frunciendo su bello rostro hacia él.
"Vamos, llegaremos tarde. Guía el camino," Jihoon contestó irritado mientras comenzaba a caminar.
"¿Hyung-seok has hablado con la tía Park?" preguntó Jihoon mientras caminaban juntos por las bulliciosas calles de Seúl, con la mirada fija en su teléfono. El murmullo de la ciudad se mezclaba con el trajín matutino de los estudiantes que se dirigían a la escuela. Hyung-seok asintió distraídamente. "Sí, hace unos días, ¿por qué lo preguntas?"
Jihoon frunció el ceño, sus ojos oscuros reflejando molestia. " '¿unos días?' Deberías llamarla todos los días, no deberías preocuparla, idiota". Suspiró y levantó la vista de la pantalla de su teléfono,
Al pasar por un colorido puesto de comida en una calle estrecha entre edificios bajos, Jihoon agregó, "¿Comiste ya? Deberías cuidarte, comer bien y descansar. No le causes problemas a la tía Park. Ya no eres un mocoso. Dijiste que el lugar que conseguiste tenía agua, ¿es cómodo?"
Jihoon temía que si esa mujer descarada se preocupaba volvería a molestar a su madre.
Hyung-seok asintió con cautela, observando los aromas tentadores que se elevaban desde la parrilla humeante del puesto de comida. "Sí, es cómodo. No te preocupes, me cuidaré bien. Y lo siento, tienes razón, no debería preocupar a mamá".
Jihoon observó a su primo con frustración. Decidió detenerse en la calle angosta y dejó que Hyung-seok se adelantara unos pasos antes de darle un golpe en la pantorrilla. Hyung-seok se sobresaltó, incandose. lo miró sorprendido.
"Hablo en serio. No la preocupes", dijo Jihoon seriamente. Aprovechó que su primo estaba prácticamente a sus pies para despeinarlo con una mano al pasar a su lado, luego metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón.
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El lenguaje del mar | Lookism
FanfictionEn una isla donde el mar y el cielo se funden en un horizonte interminable, Jihoon siempre sintió que sus raíces estaban entrelazadas con las profundidades del océano. Desde joven, había explorado las aguas cristalinas de Jeju con una pasión inquebr...