&. &. POV KAGOME. &. &.
Todo tenía que ser una jodida broma del cruel destino...
Crecí en un distrito muy pobre, las carencias económicas eran día a día un infortunio para mí. Lo único que agradecí mientras me volvía adulta, era que ser hija única tal vez fue el mejor privilegio en toda esa situación.
No debía, ni tenía que compartir mi pan ni los útiles escolares que nos donaban organizaciones o mis vecinos, todos ellos al menos concebían una vez por año.
¡Como si alguien quisiera nacer en medio de tanta pobreza!
Por eso mismo, me vi forzada a vender mi virginidad. Si bien, el sexo a partir de ese momento se hizo parte de mi vida, rechazaba a muerte la idea del típico amor romántico, y sobre todo la maternidad; no si antes lograba mi objetivo: Algún día tener mi casa propia con una jugosa cantidad en mi cuenta bancaria.
Y ese día estaba muy lejos.
Aunque no ganara nada mal en la empresa Taisho, era casi utópico que llegará al menos a una de mis metas.
Peor ahora, que tenía algo con Inuyasha, pues su hermano resultó ser el hombre que años atrás pagó una fortuna por mi castidad.
La semana en que él volvió al trabajo, esa semana de martirio pasó rápido en cuanto al tiempo, pero lento para mi cansado cuerpo. Sesshomaru resultó ser un jefe demandante, obsesivo y explotó mis horarios hasta casi llegar al límite de dormirme sobre mi escritorio.
Esta tarde particularmente estoy cansada; mis ojeras lo confirman. Mis pies me duelen, y el llevar tacones toda la jornada no ayuda en nada.
Con la quinta redacción que mi impulsivo jefe me había solicitado rehacer, me dirijo a su despacho de mala gana.
Si esto no resultaba, hablaría con Inuyasha para ver que podría resolverme, pero claramente no estaba dispuesta a más maltrato de ese pedante hombre.
— Permiso, aquí está lo que me solicitó... de nuevo— y tendí el documento sobre su escritorio.
Me miró de arriba a abajo, creí por un segundo que se burlaba mentalmente de mi apariencia cansada. Leyó el papel y me lo devolvió con poca cortesía.
— Hazlo de nuevo.
— ¿Qué?— pregunto confusa.
— ¿Estás sorda?
— ¡No! No lo estoy, pero creo que usted tiene algo personal contra mí, es la quinta vez que le hago lo que me pide y ninguno le ha servido— mi tono de voz se elevó un poco más de lo debido.
— Si el puesto te queda grande, puedes irte— respondió volviendo su mirada al ordenador.
— ¡No! ¡No me iré! No es justo. ¿Es que acaso usted me está haciendo todo esto a propósito? ¿Usted me recuerda...?— lo último lo dije casi en un susurro.
Debía saber si su problema conmigo venía por ese lado.
— ¿Acaso debería?
Esa respuesta de su irónica boca me sacó de casillas y di un fuerte golpe a su escritorio y terminé hablando de más.
— Obviamente, porque asumo que por su cama han pasado demasiadas mujeres para que lo haga, ¡pero le informo que eso no le da el derecho de tratarme como le venga en gana!
El muy maldito sonrió de manera que su blanca y perfecta dentadura quedaba a la vista.
— Vaya... ¿Así que además de acostarte con mi hermano, buscas que yo te lleve a la cama?
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Deseos Ocultos
FanfictionHistoria Sesshome en colaboración con Fénix Taisho ❤️ Aclaraciones: - Historia +18 - Escenas explicitas de grado sexual incluyendo lenguaje vulgar y humillación. - Los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi. - UA. - Imagen no es nuestra, crédit...