El día se les había pasado volando, habían tenido demasiadas clases seguidas e incluso más de una visita. Martin estaba harto de escuchar a gente hablar todo el rato, no había ni un solo segundo de silencio en la academia, cuando no tenían una charla o una visita, alguno de sus compañeros estaba chillando, cantando o simplemente contando algo, cosa que estaba haciendo que Martin se volviese loco.
Ahora mismo, se encontraba en la cama, mirando el techo y disfrutando de la paz que había dentro de la habitación. Era todavía muy temprano para dormir, había terminado de cenar hace tan solo unos minutos pero al escuchar que les habían abierto ya la habitación, Martin corrió hacia ella. Sus compañeros estaban fuera jugando a policías y ladrones pero él había rechazado la invitación de jugar con ellos para poder respirar un poco.
A pesar de que todavía podía escucharlos gritar y correr por los pasillos su mente estaba ahora mucho más tranquila que cuando había entrado a la habitación. Finalmente podía estar tumbado sin hacer nada y no sentir que era un desecho humano por no estar siento productivo.
Giró su cuerpo hacia un lado agarrando con un brazo la almohada y respirando bien su olor. Este lugar se había convertido en su pequeño espacio seguro. La litera estaba tan alta que sentía que si se escondía en ella nadie lo encontraría. Además, olía tanto a Juanjo que aunque no estuviera allí con él, sentía que estaba allí mismo abrazándole. Quizá le diera vergüenza admitirlo pero se sentía protegido en esa cama.
Sonrió, feliz, tranquilo después de un día agotador. Sus respiraciones se volvieron cada vez más lentas hasta que finalmente cayó rendido.
————
—Helloo— dijo Juanjo alargando la última "o"—Oye, ¿Martin?—preguntó mientras zarandeaba suavemente al menor—Martin, ¡¿ya estás durmiendo?!
—No, ya no estoy durmiendo—contesta dándose la vuelva y tapándose la cabeza con la almohada—gracias, Juanjo
—Oye te recuerdo que esta es mi cama. Y mi almohada— dice quitándole la almohada de la cara.
Martin le quita la almohada con fuerza y se vuelve a abrazar a ella—Ahora es mía. Déjame dormir
—¿Pero cómo vas a dormir ya? ¡Si acabamos de empezar a jugar! Tienes que venir, venga— dice mientras tira de él para que baje de la litera.
—Ay Juanjo, déjame, estás sudado— dice poniendo cara de asco.
—Porque he estado corriendo. ¿Qué pasa, te da asco?— dice con una sonrisa ladina.
—Sí, apestas
—¿Sí?—Juanjo empieza a reírse mientras le pasa los brazos por la cara al más pequeño para que se le pegue el sudor.—A mi me dan asco tus pies y no te digo nada
Martin se pone a chillar, molesto—Juanjo eres un guarro
—Vamos no seas exagerado, co que no huelo mal
El vasco lo mira con el ceño fruncido pues, a pesar de no querer darle la razón, la tiene, no huele mal, pero quería meterse con Juanjo por haberle despertado.
—Bueno ya me has molestado, ¿contento? ahora, ¿te puedes ir?
Juanjo se ríe entrecerrando los ojos—No quiero
Martin bufa realmente molesto con el mayor—¿Por qué has venido a molestarme?
—No he venido a molestarte, venía para que vinieras a jugar conmigo porque ya me estaba aburriendo pero, si no quieres venir pues tendré que quedarme contigo
Martin pone los ojos en blanco—Qué pesado eres. Quédate si te da la gana pero déjame dormir
Juanjo asiente rodando los ojos. El más pequeño sabe que ha conseguido lo que quería así que vuelve a darse la vuelta y empieza a acomodarse para dormir dándole la espalada a su compañero. Por el rabillo del ojo puede ver al mayor quitarse la camiseta para dormir y lanzarla al suelo y como después se tumba bocarriba en la cama cruzado de brazos.
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El roce hace el cariño---Juantinot2023
FanficLa historia de como Juanjo y Martin pasan de ser completos extraños a serlo todo el uno para el otro. He intentado que la historia sea lo más fiel a la realidad posible pero añadiendo las partes que no hemos podido ver cuando no enfocan las cámara...