Corazones rojos como el pepperoni (Hermes x tú)(Pgp2024)

Cero fobia a las alturas

Noa se despertó.Había vuelto a tener la misma pesadilla de siempre. De aquella bofetada que ni siquiera recordaba quién sela había dado. Y llantos. Siempre soñaba con un vestido negro empapado por los llantos.

Se levantó de la cama y se dirigió a la comida. Hermes estaba de pie cocinando algo. En cuanto la vio llegar sonrió. Llevaba puesto unos pantalones vaqueros con las rodillas rasgadas, una camiseta blanca y una chaqueta roja de cuadros.

"¿Quieres tortitas?" Noa asintió, aunque en realidad no tenía hambre. Le dolía mucho la cabeza, pero intentó mantener su mejor sonrisa forzada.

Hermes era el dios del engaño, y percibió enseguida su malestar, pero no dijo nada e intentó animarla. " Hoy es tu día libre. ¿Te gustaría ir a un sitio?" Noa se encogió de hombros. "Okay.¿Que debería ponerme?" Los ojos de Hermes centellearon. "Depende." Noa frunció el ceño. "¿Por qué ? ¿Vamos a mojarnos?" Hermes no dijo nada. Solo preguntó: "¿Le tienes fobia a las alturas?"

Noa casi vomita solo al ver el acantilado al que Hermes se le había ocurrido llevarla.

Le había dicho a su crush que le no le tenía ningún miedo a las alturas solo para hacerse la fuerte, pero era claramente mentira. Hermes sonrió con malicia al ver la cara de Noa  mientras se quitaba los zapatos y se ponía unas zapatillas distintas, pero ocultando muy bien las alas que tenían, debajo del pantalón. Realmente las iba a necesitar.

Hermes decidió tentar un poco la suerte. Hoy se iba a divertir. "Hace mucha calor ¿verdad?". Noa asintió. Ni siquiera estaba escuchando lo que Hermes decía. Solo miraba la altura desde la tierra al mar. "¿No te apetece darte un baño?"  "Si claro" Contestó Noa. Hermes miró directamente a sus ojos. "¿Segura?"." Sí, espera ¿Qué?"

"Tranquila" Dijo Hermes. Se colocó detrás de Noa y la rodeó con sus brazos. Noa suspiró de alivio. Se sentía segura en la calidez de sus brazos.

Se sentía segura hasta que Hermes la empujó al mar.

En su vida había chillado tanto como aquel día. Cerró los ojos y se preparó para morir. Por lo menos esperaba que si era cierto que Hermes era guía de los muertos hacia el Inframundo pudiese darle una bofetada antes de descansar en paz.

"Ya puedes abrir los ojos" Dijo Hermes riendo. Tenía a Noa en sus brazos en el aire y las alas de sus zapatos se habían despegado. No tenía ni idea de como iba a reaccionar Noa, pero desde luego no se esperaba que le diese una bofetada.

"Solo era una broma" Se quejó Hermes. Ya estaban en tierra firme. A Noa le había quedado muy claro que definitivamente Hermes era un dios y a Hermes le había quedado claro que las bofetadas de Noa dolían. "Pues a mi no me ha hecho gracia la broma. Podía haber muerto y además le tengo mucho miedo a las alturas."

Hermes se rió. "¿ No era que tú no le tenías ninguna fobia a las alturas? Noa se sonrojó.

"Bu-bue-no..." El dios de la astucia se acercó a ella. tanto que sus narices quedaron pegadas. "¿Hay alguna manera de que puedas perdonarme?"

Noa sonrió. Ese chico tenía una capacidad increíble de hacerla sonreír. Noa no lo dudó mucho. Agarró sus mejillas y lo besó.