HERMES

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Iba a llegar tarde al trabajo. Otra vez. Daniel había amenazado con despedirme si esto volvía a suceder. Yo necesitaba ese trabajo. Y él lo sabía. Me pagaba fatal, porque era consciente de que su pizzería era mi única salvación. Se negaban a aceptarme en cualquier otro trabajo, por culpa de mi padre. Era un ladrón. Siempre le había ido bien en todos sus robos. Pero un día tuvo la genial idea de robar a la familia más rica que pudo encontrar. Y lo pillaron. Tuvo que huir en una furgoneta con mi madre. Ahí tuvo el accidente de tráfico. Yo solo tenía siete años. Pero esa desgracia me acompañó toda mi vida.

Volvamos al presente.

Llegué a la pizzería. Cuanto odiaba el estúpido letrero."Corazones rojos como el pepperoni".

No podían ponerle un nombre peor.

Daniel me estaba esperando en la puerta, con los brazos cruzados en el pecho. Tragué saliva y entré.

"Buenos días, Noa."Mi cara de sorpresa era increíble. Normalmente, me echaba la bronca nada más entraba por la puerta."Bu-bue-nos días"

"Tengo algo que decirte"me informó. Me puse pálida. ¿Me iba a echar?

Me esperaba de todo. Y me lo esperaba muy malo. Desde luego no me esperaba que de repente saliera un chico guapísimo con un pelo de color rubio platino y los ojos más dulces que había visto en mi vida."Este es Hermes, trabajará contigo repartiendo pizzas."

Hermes.

Me sonaba mucho ese nombre.

Hermes.

FLASHBACK

"Ven a merendar, Noa." "Ya voy mami"

La sonrisa de mi madre resplandecía."¿Dónde está papi? De repente su sonrisa desapareció."Está hablando con alguien" "¿Con alguien?" "Sí, cariño. Gracias a esa persona puedo prepararte tu bocadillo de mantequilla de cacahuete" "¡Guau! ¿Puedo conocerlo?" "No creo, tesoro mío" ¿Y como se llama?"Hermes"

FIN DEL FLASHBACK

Hermes.

Años más tarde había descubierto que Hermes era el dios del comercio, mensajero, del ingenio, la astucia, las fronteras y de muchas cosas más.

Pero sobre todo dios de los ladrones y de los viajeros.

"Ey, ¿me estás escuchando?"Daniel me miraba frunciendo el ceño. "Sí, claro" Volví a la realidad. Hermes me observaba con ojos curiosos. Esos ojos transmitían una calidez reconfortante, pero a la vez también una gran intriga, como si detrás de aquella dulce mirada se escondiese el mayor secreto de este universo.

"Encantado de conocerte, Noa". Hermes me tendió la mano."Igualmente", respondí.

"Muy bien"dijo Daniel. "Empezáis ahora mismo. Acaban de pedir dos pizzas de jamón y queso. Podéis ir los dos juntos. Por ahora no hay más pedidos."Genial, respondió Hermes"

Cogí las pizzas. Daniel entró a la cocina y nos dejó solos. Agarré las llaves de la furgoneta y me dispuse a subir."¿Qué haces? Preguntó Hermes. "Pues subir para poder repartir las pizzas.¿Cómo planeas ir si no? Hermes se rio."Dame la mano"

Por primera vez en mi vida sentí lo que significaba ver la vida pasar por delante de tus ojos. Pero literalmente. En cuanto le tomé la mano a Hermes comenzó a correr a la velocidad de la luz. No era ni capaz de ver por donde estábamos yendo. Era exactamente como ese momento en el que Flash tenía el máximo de su energía, cuando era capaz de viajar en el tiempo.

Y de repente paramos en una puerta. Miré el reloj. Habíamos tardado 7 segundos en recorrer la ciudad entera. Me sonrió. Tenía exactamente la misma sonrisa que mi madre."¿Te gustó?"Preguntó. En ese momento supe que tendría que acostumbrarme a esto. Porque Hermes no era el tipo de persona que se paraba cuando se lo pedías. Era el tipo de persona que no tenía miedo a morir.

¿Cómo iba a tener miedo a morir?


PORFIII, COMENTAD Y VOTAD . LOS COMENTARIOS SON LOS QUE ME INSPIRAN PARA SEGUIR ESCRIBIENDO Y PUBLICANDO PARTES.NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO Y ACORDAROS DE PEDIR LAS DEDICATORIAS:)





























































































Corazones rojos como el pepperoni (Hermes x tú)(Pgp2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora