Corazones rojos como el pepperoni (Hermes x tú)(Pgp2024)

El Olimpo

Hello, mortales. Este capítulo está dedicado a VCMR1312 por votar. Gracias por leer y no se olviden de votar!!!!!!

Al día siguiente Ares se fue del reino mortal. Noa y Hermes volvieron a la normalidad, a llevarse medianamente bien, pero ya no era como antes. Noa intentaba evitar a Hermes, y Hermes le dejaba espacio. Noa necesitaba pensar. Ahora sabía que Hermes estaba enamorado de ella, y los sentimientos eran mutuos. Pero primero necesitaba asegurarse de que podía confiar en él.

En otro sitio también estaban armando un plan. Ares no había tardado absolutamente nada en ir corriendo a contarle a todo el Olimpo lo de la mortal. Hera decidió espiarlos un poquito. Su amor era obvio. Y ella necesitaba hacer su trabajo como diosa del matrimonio. Pero había un problema. Noa era una mortal. Por eso envió a Zeus a hacer un trabajito. Para algo tenía que servir.

Noa fue a trabajar como todos los días. Su trabajo era muy aburrido y monótono, pero era lo que tenía. Salió de allí con la intención de ir a comprar un café al bar que estaba en frente, pero se encontró con otra cosa.

Un hombre alto, con el pelo largo y claramente un cero por ciento de ganas de estar allí, le habló. "¿Tú eres Noa?" Noa lo miró indecisa. No le gustaba nada hablar con desconocidos. Pero si sabía su nombre..."Sí." El desconocido relajó el rostro. "Por fin. Llevo dos horas preguntando a todo los mortales si se llamaban así. Uno casi me tira su café". Noa palideció. Mortales. Solo había escuchado a Hermes referirse así a otras personas.

 "Y tú eres?" El hombre parpadeó como si no supiese ni su propio nombre. Entonces sonrió, hinchó el pecho y dijo:"Mi nombre es Zeus, y soy el rey de los dioses, como obviamente deberías saber. Me he enterado de que te llevas "muy bien" con Hermes" suspiró "Me han ordenado que te enseña el Olimpo". Mientras decía esto, le tendió la mano a Noa. Ella no quería fiarse ni en broma de ese tipo, pero si era verdad que era Zeus y ella se negaba a darle la mano... Iba a estar en problemas muy gordos. Sin decir nada, agarró su mano y se empezó a marear.

De repente estaba ante las vistas de una inmensa ciudad con un cielo rosado. Había cambiado de paisaje tan rápido como cuándo conoció a Hermes y tuvo que entregar su primera pizza. Pero había sido distinto. Con Hermes había notado como se desplazaban, pero esta vez solo había notado que iban de un lugar a otro sin moverse. Se habían tele-transportado.

La ciudad era tremendamente bonito y grande. Era impresionante. "Claro" Pensó Noa. Era ni más ni menos que la ciudad de los dioses. Era incapaz de cerrar la boca. Se preguntaba como Hermes era capaz de vivir en el mundo mortal después de ver esa belleza. Zeus no se paró ni un instante a contemplar las hermosas vistas. Siguió caminando hasta llegar a la más grande de todas las casas que había visto. Era el triple que una mansión normal de su mundo. Zeus abrió la puerta con una gran sonrisa en su rostro. "Bienvenida a mi casa" "Y a la casa de Hera". Noa levantó la cabeza. Saludando desde el balcón estaba la más importante de todas las mujeres Olímpicas. Hera. La esposa de Zeus y la reina del Olimpo.