¿Diosa?

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"Le he dado ambrosía" repitió Hera. Hermes no sabía qué hacer. "¿Y por qué has hecho eso?" "Porque así podrá casarse contigo". "¿Y quién te ha dicho que ella quiera casarse conmigo?" "¿Tú quieres casarte con ella?". Hermes se sonrojó. "Esa no es mi pregunta. Lo que has hecho cambiará por completo su vida y es una decisión que no deberías haber tomado tú."

"¿Qué decisión?" Sentada sobre el sofá, Noa había despertado. Se tocó la cabeza. Le dolía muchísimo. Hermes corrió a junto ella. "¿Te encuentras bien?" "Sí, no te preocu.." Entonces vio a Hera al otro lado de la sala y soltó un respingo mientras la señalaba "Ella me ha envenenado" Hermes miró a Hera como para echarle toda la culpa y Hera miró hacia otro lado. Hermes suspiró. "No te ha envenenado. Te ha dado ambrosía". "Eso ya me lo ha dicho ella. Pero he caído desmayada." "¿Sabes lo que es la ambrosía?" "¿Debería?" Hermes miró a Hera pidiendo ayuda. Hera se sentó a su lado en el sofá y Noa se pegó a Hermes por si acaso.

"La ambrosía es la bebida divina" Noa frunció el ceño. "¿Que es capaz de envenenar?" Hera torció el gesto. "No. Es la bebida que nos da la inmortalidad." Noa abrió mucho la boca. Hermes pasó un brazo alrededor de sus hombros. Hera siguió. "Si un mortal la toma, y tiene la fuerza necesaria, se convertirá en dios, o en tu caso, en diosa." "¿Diosa?" Noa comenzó a temblar. Hermes la apretó más a su lado. "¿Y por qué me has dado a mí eso?" "Te he estado observando. Y he visto que tienes la fuerza y la determinación necesaria para ser una diosa" "¿Pero de qué seré diosa?" Hera se rio. "Por lo que he visto, eres la diosa de los envenenamientos. Capaz de envenenar por dentro a una persona y matarla solo con mirarla" Noa puso una cara de terror increíble. "Tranquila. También eres capaz de sacar el veneno y talvez, incluso de revivir a las personas ya muertas, pero que su alma no pudo llegar al Inframundo." Noa tragó saliv

¿Y no había ninguna otra mortal para darle este puesto?" "Claro que sí, cariño. Pero ninguna había sido elegida por el dios de los ladrones y de la astucia" Le sonrió a Hermes. "Por eso te la dí a ti. En mi vida, veo a muchos dioses enamorarse de mortales, pero todos tienen un final triste porque el mortal acaba muriendo. Por eso, ahora eres una diosa. Y te podrás casar cuando quieras con Hermes."

Hermes gruñó. Se dirigió a Noa. "Eso solo es lo que quiere Hera por ser la diosa del matrimonio. Pero ahora tú eres una diosa y puedes hacer lo que quieras. Ya no dependes de mí como en el reino mortal, y Zeus se encargará de darte un trabajo por tus habilidades divinas. Seguramente puedas acabar trabajando en el Inframundo." Noa miró a Hermes a los ojos.


"¿Y si yo quiero casarme contigo?"







Corazones rojos como el pepperoni (Hermes x tú)(Pgp2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora