Azabache

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HELLO, MORTALES. ESTE CAPÍTULO NO ES TAN CORTO COMO LOS ANTERIORES PORQUE CASI LLEGAMOS A LAS 900 VISUALIZACIONES. LA IDEA DEL NOMBRE DEL PERRO ES DE  ISAYUU 017. GRACIAS POR LEER Y NO SE OLVIDEN DE VOTAR!!

Hermes ni siquiera se molestó en hacer aquellos trucos para abrir la puerta que tanto le gustaba enseñar. Simplemente, sacó las llaves de su bolsillo y entró en la casa. Ya estaba anocheciendo. Noa se sorprendió al ver todo tan oscuro después de estar hacía tan solo unos minutos con un sol resplandeciente. Hermes se fijó en su mirada. "El tiempo funciona diferente en el reino mortal que en el Olimpo. Ya irás aprendiendo esas cosas."Suspiró.  "Al fin y al cabo ahora eres una diosa." Noa se estremeció. No entendía por qué a Hermes le disgustaba tanto la idea de que ella fuese una diosa.

 Hermes siguió. "Voy a ducharme. Espérame en el salón. Puedes ver la tele mientras tanto." Noa asintió, aunque sabía que no iba a poder concentrarse mucho con la televisión. Encendió la tele. Salían un montón de anuncios, pero se fijó en uno de champú de pelo, como si su intuición planease encontrar algo interesante allí. 

El anuncio hablaba de que tenían un champú para casi todo tipo de pelo; rizos, lisos, rubio, negro como el azabache... Sintió como si la bombillita se le iluminase y le vino a la mente una escena. Estaba corriendo por un bosque mientras gritaba algo que era incapaz de oír. Mientras lo hacía, unas lágrimas resbalaban por sus mejillas. Pero por primera vez en su memoria, fue capaz de escuchar el último grito antes de que el perro apareciese y corriera a abrazarle. Azabache. Azabache era el nombre del perro. Cuando volvió a la realidad se dio cuenta de que en verdad unas lágrimas salían por de sus castaños ojos. Aquel perro había sido su único consuelo durante toda su infancia. Y recordaba perfectamente el día que lo atropellaron. Se limpió las lágrimas con la sudadera.

"¿Estás bien?" Hermes la observaba. Tenía el pelo mojado y una toalla envuelta en la cintura. Era guapísimo. "Sí... Solo recordé algo." Hermes tragó saliva. "Voy a vestirme, vengo ahora" Noa desvió la mirada y se centró en mirar por la ventana. Luego se dio cuenta de que la televisión seguía encendida y la apagó. Hundió el rostro en sus manos. 

Justo cuando levantó la vista sintió que unas manos la rodeaban. "No sé por qué llorabas, pero siento mucho todo. No debí dejarte descuidada y que te convirtiesen en diosa sin tu consentimiento" Noa se dio la vuelta para quedar cara a cara con Hermes.

"No me importa ser una diosa. En realidad solo tengo que acostumbrarme. Y no soy un bebé. No quiero que estés vigilándome todo el tiempo para que no me pase nada. Solo quiero saber por qué te parece tan mal que sea una diosa". Se hizo el silencio. Por fin, Hermes habló. "Ser un dios no es tan sencillo como parece. Los otros van a empezar a cuestionarte. Pero lo peor es la inmortalidad. Imagínate que comiences a ver a todo el mundo morir y pasar generaciones y generaciones mientras tú sigues viviendo. Es irremediable. Como también eres inmortal, no hay vuelta atrás. Por muchas ganas que tengas de irte, tendrás que soportar para siempre. A mí no me molesta que seas una diosa. Solo pienso que no es una decisión para tomar a la ligera, y menos que la tome Hera. Me hubiese gustado poder hablarlo contigo antes. Pero si estás contenta con eso, me parece muy bien y te ayudaré a integrarte como diosa." Noa sonrió y ocultó su cara bajo el pelo antes de hacer la próxima pregunta. Y su respuesta era muy importante para ella.













Corazones rojos como el pepperoni (Hermes x tú)(Pgp2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora