Capítulo 15

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__________ Pov.

Ya habían pasado varios días desde que Esteban me convenció de ir al bar de Frank y desde ese día no he vuelto a visitar las injurias, he estado realmente ocupada. Surgió un problema en la empresa establecida en la ciudad y tuve que estar fuera del pueblo estos días.

- Bienvenida querida - mi abuela me abraza.

Estaba de regreso en la desalmada y mi abuela al igual que mi abuelo habían salido a recibirme.

- ¿Se arregló el problema de la empresa? - mi abuela mira mal al abuelo por lo que había dicho. - Estamos felices con tu regreso, cielo - me reí porque era todo un gobernado por la cosita tierna que es mi abuela.

- Todo está resuelto, no me iré por nada más - ellos asienten, soy llevada al interior de la hacienda por mi abuela.

- De seguro no comiste nada estos días allá por andar trabajando, le pediré a Clotilde que prepare mucha comida - sonreí tiernamente ante la preocupaciones de mi abuela.

- No te preocupes abuela, comí en tiempo y forma tal como especificaste - mi abuela no dejaba de enviarme mensajes para saber si ya había comido algo y me recordaba que no debía matarme en el trabajo así como también debía tomar pequeños descansos. - ¿Dónde está Marty? - pregunto ya que fue la única que no salió a recibirme.

- En la tierra de los Expósito - hago cara de confusión.

- ¿Qué hace ahí? - cuestiono.

- Dijo algo sobre un tal Mauricio la llamó y se fue - asentí.

Pase el resto del día recuperando momentos con mis abuelos, los había extrañado estos últimos días sin ellos y sin la loca de Marty que llegó unas horas después que yo, de alguna manera convenció a mi abuela para que nos dejara consumir alcohol para celebrar mi regreso.

Esa mujer era una alcohólica pero nada comparada a Rodrigo Montalvo que saco su lado prohibido y después de eso no recuerdo nada.

- Me duele todo - Marty toma asiento a mi lado mientras mi abuela nos veía divertida. - El anciano de mi tío casi nos hizo hasta vomitar el hígado, quién iba a pensar que era tan alcohólico - solo solté algunos quejidos porque lo menos que quería era ruido.

- Eso lo hubieras pensado antes de convencerme de que los dejara tomar, ¿Sabes por qué tu tío ya no toma? - ambas miramos a mi abuela. - Porque no hay quien le aguante como él, por eso dejó de beber ya que dijo que era aburrido ver cómo era siempre el último en quedar despierto - me reí por esa absurda excusa.

Era más seguro que mi abuela lo amenazara y con lo gobernado que es aceptó ya no volver a tomar más.

- Pues casi voy a parar al hospital, después de esta no se recupera mi hígado - seguía dramatizando.

- Eso dices querida, pero cuando vuelves a estar bien ahí vas otra vez al dichoso bar del pueblo - simplemente mire a Marty que hizo lo mismo conmigo, yo solo había ido una vez y no sabía si Marty había seguido yendo después de ese día. - Deberían clausurar ese establecimiento, todos los hombres no salen de ahí y ni que decir de mi nieta al igual que mi sobrina - Marty ya no dijo nada y yo no estaba de humor para hablar con tremenda resaca que me cargaba.

- Por cierto, ¿Dónde está el anciano? - Marty ignoraba cada una de mis protestas por el ruido, le encantaba torturarme.

- Sigue durmiendo, al parecer se le olvidó que ya no es tan joven como antes - se ríe.

- Como no si es de la época de los dinosaurios - mi abuela mira seriamente a Marty pero después comienza a reírse.

- Al igual que tu padre, quién es el mayor - nos quedamos mirando en silencio cuando comenzamos a reírnos de la nada.

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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Tierra prohibida (Ester Expósito y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora