Capítulo 1

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Narrador pov.

10 años antes...

—¡_______! — gritan. —¡Ven aquí! —.

Una jovencita de cabello castaño, piel cobriza, ojos de color café, cuerpo algo atlético y con buena estatura.

—¿Qué pasó? — dice con voz desinteresada.

—Ve a ayudar en los establos — ordena la mujer mayor.

—Esta bien — se va a hacer lo que dijo vera.

Vera es la más joven de las mujeres que se encargaban de la casa grande.

Al llegar al gran establo, le mandaron a limpiar y alimentar a los caballos. Mientras iba con los utensilios para comenzar escuchó un quejido al igual que el sonido de golpes y algunas risas.

Empezó a buscar de dónde venía el ruido y se llevó la gran sorpresa de que era en una de las caballerizas que estaba vacío.

—¡Hey! — grito llamando la atención de las cuatro personas. —¿Qué están haciendo?, !¡Déjenlo! — dijo cuando vio a la tercera persona llena de golpes y de excremento de caballo.

—Sino queremos, ¿Qué nos vas a hacer? — contesto arrogante el que parecía de su edad y un poco más grande que los otros dos que le ayudaban a golpear al chico.

—No puede hacer nada, somos tres contra ti, nenita — se burla el segundo que tenía el pelo castaño.

—¿Quién dice que no puedo contra tres cobardes a la misma vez? — se burla.

El primero de cabello negro deja caer al pobre chico para poner su atención en la castaña. Los tres se voltearon con intención de golpear a _______ que les saco el dedo feliz.

—Vas a ver pinche perra si te sigues riendo cuando te demos tu merecido, Miguel — el segundo niño asintió y se aventó con intensión de atraparla.

Lo esquivó y lo aventó contra la puerta de la caballeriza donde estaba un caballo pinto que relincho ante la escena.

—¡Itzan! — el más bajo de los tres intento atinarle un puñetazo que volvió a esquivar y le dio un rodillazo con todas sus fuerzas que dejó al chico arrodillado en el suelo a punto de llorar. —Son unos inútiles — aprieta los puños.

—Ven y te daré tu merecido igual que tus lacayos — lo llama con su mano.

—Vas a morder el polvo, perra — intenta darle puñetazos, algunos le atino y otros logro evadir.

—Deberías lavarte esa boca sucia que tienes — en un descuido del chico golpeó su tobillo y lo tomo de la camisa para tirarlo rumbo a todo el excremento de caballo que había donde estaban molestando al chico. —Ahora si deberías tenerla limpia — se burla.

El chico enojado, se levanta y con fuerza corre hacia ella, pero ella es mas rápida y levanta la pierna, dándole una buena patada en los blanquillos.

—Métete con los de tu edad — mira al chico arrodillado tocándose la zona golpeada. —¡Ahora largó! — grita y los otros dos se llevaron como pudieron al chico que le dio en los huevos.

—¡Me las vas a pagar maldita! — se escuchó un grito lejano.

—¿Estás bien? — le tiende la mano al chico que está demasiado golpeado y algo embarrado de excremento.

—Sí, fue maravilloso como les diste sus merecido — sonríe entre lágrimas. —Gracias — se limpia las lágrimas y acepta su mano.

—Tranquilo que mientras yo esté aquí ellos jamás volverá a molestarte — ayuda a levantar al chico. —¿Por qué te molestaban? — acaricia su cabeza, revolviendo un poco su cabello.

Tierra prohibida (Ester Expósito y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora