Cap 8: Sombra al sol

60 4 0
                                    


La sangre de Elisabetta y las lágrimas de Drácula crearon 14 rubíes con poderes especiales, durante la guerra de los clanes la mayoría de los rubíes se perdieron, poco clanes sobrevivieron.

Los Arabyan, los Dracas, los Lycana, los Nosferas, los Pyras, los Vyras y los Vamalia.

Algunos de los herederos fueron hasta las mazmorras, donde Hindrik se encontraba, Karen, la sombra de los Dracas, dejo que Atenea y Alisa pasaran a ver al acusado, aunque solo fuera por una orden de su amo Lars

- Hindrik – hablo Artemisa preocupada – ¿Estas bien? ¿Te hicieron algo? – se arrodillo frente a la sombra, quien tenia la mirada perdida por la reciente muerte de Rafaela

- Estoy bien – tranquilizo a ambas muchachas – pero no deben estar aquí

- Hablaremos con ellos, no pueden condenarte, tu no lo hiciste – protesto Alisa nerviosa, pero él la detuvo

- Se los agradezco, pero la decisión ya fue tomada – hablo tranquilo – soy solo una sombra, no les importo – suspiro – seguir a Rafaela no es un castigo para mi

- No digas eso, Tammo te necesita – interrumpió Alisa con lagrimas en los ojos – nosotras te necesitamos, hay que encontrar al verdadero asesino – Hindrik protesto, pero ella no se inmuto – no, no voy a dejar que te quemen hasta las cenizas por algo que no hiciste – soltó las manos que él sostenía y salió a paso firme del calabozo, mientras la sombra gritaba y Artemisa clavaba sus uñas en la palma de sus manos en un intento de apagar aquel dolor que sentía

Seis adolescentes irrumpían con furia a la habitación del conde reclamando la liberación de Hindrik, pero ninguno cedía.

- Pero que no entiende que el no lo hizo βλάκας (idiota) – exclamo con furia Apolo

- ¿Idiota? – pregunto el conde furioso, sorprendiendo al chico mostrando que entendía su idioma – por si no lo sabían el ya firmo los documentos – saco una hoja amarillenta donde mostraba la firma de la sombra

- Si alguno tuviera alguna prueba de lo que dicen se podría tomar otro veredicto – hablo con calma la condesa – pero solo han estado repitiendo que una tal Tonka lo hizo – saben que los Upiry desaparecieron hace años

- Porque Drácula los tiene encerrados – interrumpió Abby apoyándose en la mesa

- Derrotamos a Drácula hace años, y lo dejamos en un sueño profundo – defendió la Condesa, acercándose amenazante a la mesa

- El despertó – dijo Atenea quedando al frente de todos – ¿Por qué no pueden creerlo? ¿Por qué creen que los rubies están desapareciendo? ¿Quién querría los rubies? Y usted misma lo dijo, si supuestamente los Upiry desaparecieron ¿Quién es el responsable? Los únicos clanes que quedamos estamos aquí con usted o están en sus hogares, y yo no creo que un clan como los Vyrad o los Pyras este robando los rubies – un silencio reino el lugar

- No nos han demostrado información que pueda ayudar a Hindrik – rompió el silencio el Conde – ninguna prueba de que los Upiry cometieron este acto de asesinato – pueden irse

Lars suspiro frustrado, siendo el primero en irse, seguido de Apolo, Artemisa, Alisa y Abby, Atenea dio una mezcla entre suspiro y grito, haciendo que la vela frente a ella aumente su intensidad llegando al techo y que cuando ella cerrara la puerta se apague completamente. Ya bajo cubierta Lars tomo del hombro a Atenea, ayudándola de esa forma a calmarse un poco, ella le agradeció con la mirada.

- Aunque la condesa este indecisa, y por mas raro que parezca Humberto nos cree – todos intercambiaron miradas extrañadas – es estúpido, cree que podrá matar dos pájaros de un tiro, diciendo que Hindrik mato a Rafaela evitara el pánico, protegerá a los ancianos, y evitara una rebelión contra las sombras, demostrando que sucede a los que se enamoran

El encanto de los ArabyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora