Un repuesta cambia todo...

967 98 11
                                    

-Narra Alejandro-

-Y entonces que opinas?, quieres vivir junto conmigo?-

Anna se tardaba en responder mi pregunta y por un momento creí que diría que no pero...

-Siii!! Obviamente que quiero!- Habló muy emocionada y corrió para abrazarme.

-Perfecto! Entonces mañana por la mañana puedes ir por tus cosas si quieres, o podemos ir a comprarte lo necesario-

Aquí ya teníamos todo , lo único que ella necesitaba era su ropa pero sin problemas yo le compraría un armario lleno de prendas nuevas si mi princesa lo ordenaba.


-Entonces quieres que me quede desde hoy?- preguntó con una cara confundida pero con esa sonrisa que su rostro siempre llevaba.

-Pues...si, puedes quedarte conmigo o si no quieres puedo enviar a arreglar una de las habitaciones que hay.-

-No creo que sea necesario, me puedo quedar contigo , pero no tengo una pijama, no pienso dormir así -

-Eso no es problema alguno, todo tiene solución- tomé el teléfono y le ordené a unos de mis guardaespaldas que salieran a comprar una pijama para ella.

-No tienes hambre?, puedo ordenar que ya sirvan la cena- ella aún no había respondido cuando yo ya estaba llamando a la cocinera.

-Eeh pues si , no tengo tanta hambre pero está bien.-





Después de cenar Alejandro y Anna se preparaban para ir a dormir.

-



Oye amor y si me traerán mi pijama?-
Preguntó Anna desde el baño.

Justo cuando estaba por decir algo mis guardaespaldas tocaron la puerta.

-Señor aquí tiene las pijamas-

Tomé la bolsa y cuando iba a hablar...

Otra vez no pude decir nada por qué Anna salió del baño al escuchar eso.

-"Las"? Pijamas?- preguntó con confusión.

-Gracias Toby- tomé la bolsa y cerré la puerta.

-Pues como no sabían que talla eras y que tipo de pijama usabas optaron por comprar todas estas.-

Le entregué la bolsa para que pudiera medirse las pijamas y ver cuál le gustaba más.

-Diosss son muchas prendas- dijo mientras sacaba una por una.


Alejandro le había comprado 35 pares de pijamas de distintas marcas, de una tela diferente y color distinto cada una.



-Gracias por todas las pijamas mi amor pero creo que con una o dos era más que suficiente, además son carísimas-

Ella miraba las etiquetas con los precios, ninguna prenda estaba por debajo de los 1,000 dólares.

Malditos inútiles, les dije que le desprendieran las etiquetas pues sabía que ella se fijaría en eso.

𝐇𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora