''Es un sitio muy hermoso...'' pensó Marie para sí misma.
Había deambulado por el bosque lo suficiente, pero al divisar el rastro del manantial que ahora se presentaba ante ella, todo en cuanto pudo pensar fue en sentarse al lado, recostarse en el césped y descansar. Aún con lo fresco de la temporada, el ambiente apacible que ofrecía el claro entre las hierbas era especialmente dulce, a un punto en el que resistirse a echar un vistazo siquiera podría considerarse un insulto a la Madre Naturaleza, y Marie se consideraba a sí misma muy educada.
Claro que, no tenía idea de que era observada, pues interrumpió la caminata de vuelta a la cabaña de cierto guerrero que llevaba prisa, o que al menos, de eso quiso convencerse el hasta que sus ojos la distinguieron entre la maleza del bosque.
Marie solo quería refrescarse un poco y entonces regresar a la cabaña. Habría pasado al rededor de tres cuartos de hora desde que emprendió su paseo, y lo que menos deseaba era despertar preocupaciones innecesarias en su esposo o disputas con los indios americanos.
Así pues, como un cervatillo, dio unos cuantos pasos hasta quedar a la orilla, donde, alargando el cuello hacia su reflejo, comprobó que las aguas eran tan cristalinas como lo esperaba. Se contempló por unos instantes, acomodando sus ondulados cabellos antes de finalmente sentarse al borde, soltando un suspiro.
Miró al rededor, esperando no encontrarse con nadie ni nada que turbase su tranquilidad, (y al menos hasta donde ella pudo ver, no lo encontró), por lo que, deshinbida de la imagen de la cortesana común que era, deshizo los cordeles de sus zapatos y se quitó las finas medias de lino que cubrían sus pies, llevándolos lentamente hacia el espejo de agua hasta mojar la punta.La brisa del bosque era todavía suave y dulce, extrayendo el bullicio de las ramas que se sacudían suavemente entre la maleza, que se mezclaban con el constante y lejano 'toc toc' de un carpintero sobre los álamos.
Para Marie era imposible no sumergirse en aquel escenario, tan natural y fantástico al mismo tiempo, como las imaginaciones de un artista antes de plasmarlas en el lienzo.Resintió el frío beso del lago en la punta de sus pies, haciéndola estremecer un poco. Pasados los segundos, sin embargo, poco a poco fue hundiéndose hasta pasar los talones... la sensación pasó de ser helada a reconfortante en poco tiempo, desprendiendo otro pequeño suspiro de ella, que ahora había cerrado los ojos.
¿Qué importaba aquí la imagen o los títulos de realeza que pudieran otorgar? ¿Qué significaba aquí una corte, que más allá de conspirar unos con otros, representaba una jaula para ella?Había logrado sentirse más viva con unos pocos días en America de lo que alguna vez pudo en su natal Inglaterra, y aquel pensamiento, a pesar de lo cruel que pudiera parecer, se le antojaba más bien curioso, pues no todas en su misma condición habían tenido la oportunidad de viajar tan lejos y librarse, aunque fuera por unos momentos ínfimos, de la carga que representaban los protocolos.
Y así como estaba, ahora felizmente reposando sobre un mullido conjín de musgo y hojas otoñales, tan solo podía concentrarse en balancear suavemente las piernas dentro del agua, sonriendo casi sin darse cuenta.
... Se veía tan hermosa.
—————————————————————Kocoum a penas pudo hacer otra cosa fuera de mantenerse quieto y respirar pesadamente tras soltar una bocanada que no recordaba haber retenido, casi como si temiese que el aire al rededor pudiera delatarle y romper aquella bella ilusión que ahora se presentaba ante sus ojos.
La chica extranjera estaba justo ahí, a penas a un tiro de piedra de distancia, inocentemente expuesta, inconsciente de su presencia. Desde su punto oculto en la arboleda, el joven piel roja quedó nuevamente prendado de esa visión, a la que el tachó como diabólica en esencia.
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Garra de Oso, Ciervo del Bosque [Pocahontas FanFiction] // Kocoum x OC
RomanceLady Marianne es enviada a América junto con su prometido y futuro esposo, Lord Daniel McKingley, encargado de dirigir la construcción de la nueva villa de James Town. Al desembarcar en la costa, ambos guardan distintas expectativas sobre su estanc...