Capítulo XIII: Entendimiento

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Marie no cabía en sí del asombro que la fantástica visión de un árbol animado ante ella causó. Su instinto estaba alterado, gritando muy en su interior que aquello no era normal y que debía escapar en cuanto pudiera. Aún así, la apacibilidad y el aire de simpatía que podía respirarse, la mantenía calmada y, en cierto modo, encantada.

-Yo... Nunca ví nada como esto...- admitió, acercándose más al sauce con tímidos pasos.

- Oh, niña... No temas, no soy una mala hierba.- la tranquilizó la anciana, que después soltó una carcajada- Aunque he vivido tanto tiempo que parecería lo contrario.

- ¿Puede comprenderme?- Cuestionó Marie, todavía asorada con el gran descubrimiento.

- ¡Naturalmente, niña! ¿De qué vale conectarse a la tierra si no logras entender lo que hay en ella?

Marie sonrió. Una sonrisa suave, como la que alguien esboza al sentir alivio.
Por algún motivo, la visión de un tronco parlante no resultaba especialmente perturbadora, sino que, aún con todo, podía sentirse familiar con aquella "persona". Pocahontas, que hasta entonces había aguardado su reacción, se acercó a ambas.

- ¿Lo esperabas?

- Definitivamente no, no lo esperaba.

- Abuela Sauce me mostró la forma de abrir el corazón y comprender la lengua de todas las criaturas y formas... Gracias a este secreto, Jhon y yo pudimos comunicarnos... ¿Te gustaría aprenderlo?-

La expresión de Marie cambió en un parpadeo a una de puro asombro. - ¿Qué dices? ¿Podría hacer eso?

Ofuscada, naturalmente, alzó la vista para encontrarse con la agradable y tranquilizadora sonrisa de la anciana, que las miraba a ambas con complacencia.- ... No veo por qué no funcionaría...- murmuró, fijando la vista.- Pareces tener buen corazón.

Marie solo bajó la cabeza con modestia, aunque no pudo evitar que sus labios se curvaran hacia arriba un poco ante el cumplido hecho. Suspiró, volviendo su vista de nuevo a ella. La idea de poder comprender con los nativos se veía más cercana y tentadora que nunca. - ¿Qué debo hacer?

- No es algo que debas hacer...- señaló la anciana.- Sino algo que debas sentir.

- ... ¿Cómo?

- Todas las cosas en este mundo estamos conectadas en un orden superior al material. Así como puedes escucharme a mí ahora, podrás escuchar y comprender a los demás si logras despejarte... y abrir tu mente y tú corazón para otros... Si tú lo quieres.-

Marie contempló estas palabras en su interior. "Si ella lo quería".

... ¿Cómo podría no quererlo? Desde que arribó a aquella misteriosa pero fascinante tierra, no había hecho otra cosa que desear abarcarlo y explorarlo todo. Los paisajes, las criaturas... Las personas.

Qué afortunada sería de recibir tal capacidad.

- ... Sí, me gustaría.- respondió, luego de un rato.

Pocahontas y la abuela Sauce se sonrieron con complicidad. La princesa Powathan bajó del relieve con lentitud y elegancia, dejando a solas a Marie. Con un gesto tranquilo, le indicó que las cosas estaban bien y que no pasaría nada.

Por su parte, la muchachita británica se infundió valor, respirando tan hondamente como podía y dejándolo salir todo en una suave exhalación. Girándose hacia el sauce que ahora la cubría, asintió de una, mirándose decidida.

- Estoy lista.
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Kocoum se desplazó como una sombra entre la nebulosa maleza.

Garra de Oso, Ciervo del Bosque [Pocahontas FanFiction] // Kocoum x OC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora