con detalles

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Narrado por Nagisa:

Despegué lentamente mi cuerpo del suyo, abrí mis ojos y sentí como sus iris dorados recorrían cada centimetro de mi.

-- ¿y?.. ¿Que tan buen besador soy? --. Dijo, sarcastico.

Lo ignoré por completo, solo podia pensar en los 33 hits. Tenia que anotarlo rapido.
Tomé velozmente una libreta para escribir mi progreso, necesitaba anotar cada detalle, cada movimiento, hasta la más minima emoción.

-- ¿Que sentiste? -- Le dirigí, con un lapiz en la mano.
Pareció sorprenderse ante mi pregunta. Tardó varios segundos en articular una respuesta.

-- Muchas cosas... -- Sonrió, con los ojos algo entrecerrados, de manera confiada.

-- Necesito que seas explicito -- Recalqué.

-- No podia pensar en otra cosa que no sea en ti, ¿Eso es suficiente? --. Respondió casi al instante.
Me quedé observandolo, tratando de analizar su expresion. Volteó la mirada al percatarse.

-- Se podria decir ¿que te inmovilizé? --. Intenté sacarle toda la información posible.

-- Si hubiésemos estado en un combate, no podria haber pensado en un ataqué, ni en alguna manera de poder defenderme. Asi que si --. Me aseguró, justo antes de que sonara el timbre.

Ese ruido molesto, que indicaba que nuestra practica habia finalizado. Me puse triste, queria saber todavia más, en que podia mejorar, que era exactamente lo que lo dejó anonadado.

Suspiré y guardé mis cosas para volver al aula de clases.

-- Bueno, supongo que seguiremos hablando más tarde. ¿Vamos? --. Hice un movimiento con mi cabeza indicando que me siguiera.

Asintió y ninguno de los dos volvió a tocar el tema.

💘

Koro-sensei nos despidió como siempre al finalizar nuestro horario escolar, como no, recordándonos las actividades que debíamos de entregarle antes del viernes.
Más tarde pensaría en eso, por ahora mi mente estaba en otro lugar.

No sé cuanto tiempo estuve dando vueltas por la montaña buscando al pelirrojo, pero de repente un susurro cerca de mi oido, hizo que sobresaltara.

-- ¿Me estabas buscando? -- Mencionó el tan chistosito.

Por el asombro casi lo derribo, pero por suerte llegué a reconocerlo.

-- Podrias haber muerto, no vuelvas a hacer eso --. Dije con firmeza.

-- Se que nunca podrás lastimarme --. Mencionó, burlón.

Karma podia llegar a ser bastante irritante a veces, pero igualmente seguia siendo mi mejor amigo. Podia molestarme y hacer las bromas que él quisiera, pero nunca lo lastimaria, excepto en una pelea, claro.

Resoplé, colocandome frente a él.
-- Lo que tu digas --. Le seguí la corriente.
-- Necesito que continuemos lo de hoy--.
Me miró con intriga.
-- Me refiero a lo que sentiste, quiero que me especifiques que tengo que mejorar, o que fue lo que te dejó estatico --. Intenté explicarme mejor.

Se cruzó de brazos, pensativo, y en una de sus manos apoyó su menton.

-- Realmente no creo que debas mejorar en nada. Para mí lo hiciste de maravilla --. Respondió, al fin. Con una sonrisa de lado.

Esperó alguna opinion mia al respecto, pero eso no me bastaba, asi que me quedé en silencio esperando a que diera más información.

-- Cuando mordiste mi labio inferior, como pequeños besos. Eso fue nuevo y me dejó perplejo--. Admitió sin mirarme.

Asi que era eso. Si funcionaba asi, tenia que practicarlo con más frecuencia.

-- Puedo intentarlo de nuevo --. Propuse, acercandome lentamente.
No me rechazó, asi que intuí que no se negaría.

Agachó un poco su cabeza. Esta vez lo sujeté por los hombros, y con la otra mano le sostuve el rostro, colocandola estratégicamente en su mejilla izquierda.

Cerré los ojos y nuestros labios chocaron. Esta vez fui mas despacio, en vez de mordidas, relamí sus labios y daba pequeños besos suaves y discretos justo en la comisura.

Pude sentir como se dejaba maniobrar por mi, pues solo dejaba su boca abierta unos centímetros, para que yo pudiera tener total control de sus movimientos.

Me alejé mínimamente de él, y no aguantó el despegar nuestro contacto. Esta vez, fue él quien tomó la iniciativa, dejandome en claro que no queria que parara.
Asi que seguí invadiendo cada parte de su boca con un simple beso.

Y asi hasta los 42 hits, esto iba aumentando, y me alegraba por dentro.

Antes de separarnos, le dediqué un suave y último roce a su lengua. A pesar de ya habernos apartado por completo, él seguia mirando mis labios, aparentemente con deseo.

-- ¿Estuvo mejor? -- Pregunté dudoso.

No respondía, pareció ni siquiera oirme. Pero sonreía, tenia una sonrisa de oreja a oreja.

-- Karma.. ¿y ahora?... ¿Que fué lo que.. --

-- Me dejaste con ganas, muchas ganas... --. Me interrumpió -- Yo, no sé. No quería que frenarás, nunca. No podia controlar mi propio cuerpo, te apropiaste de mí. Solo podia acortar más distancia, y no dejar que te alejaras.

Me quedé pensativo un largo rato, ¿en serio un beso podia llegar a tanto? ¿ese era el efecto que generaba? ¿Que mas podia llegar a hacer?
No me limité a escribir una hoja entera relatando el suceso: cada accion que realicé, y lo que le provocó al de ojos ambar.

Estuvimos hasta casi el anochecer tan solo hablando de lo ocurrido.

-- Nagisa --. Me nombró en el medio del silencio.

-- ¿Que?
-- Ya es tarde ¿no crees?

No me habia percatado

-- Es cierto, creo que deberíamos dejarlo aqui.
-- Te acompaño hasta tu casa.
-- No es necesario, solo tardaremos más.

Insistió tanto que no tuve más remedio que ceder. Durante el camino pude notar que me observaba de reojo constantemente. Le pregunté al respecto unas cuantas veces, pero el solo negaba con la cabeza.

-- Un dia de estos me tocará a mi llevarte a tu casa -- Gestioné divertido.

-- Esperaré ese dia con ansias.

Tocaba despedirse, lo saludé y al volverme, me detuvo. Giré mi cabeza y dejó un tierno beso en la comisura de mis labios.

-- Aún no se me quitan las ganas --. Murmuró cerca de mi odio.

Antes de que pudiera reaccionar se marchó,  ¿que fue eso? Me dejó completamente en blanco.










Hellouuuu!!! No se que decir la verdad, pero este fue uno de los capitulos que más me costó escribir: No me gustaba nada de lo que hacia y sentia que no me expresaba bien con nada.

Ojalá se haya entendido a pesar de todo.
Se vienen cositas muy interesantes, creo.
¡Adios!

Un pequeño ratoncito valienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora