龙 : 12

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( familia )

—...Y una vez, cuando estaba pequeño, le robé el desayuno a un niño y lo tiré a la basura porque me dijo que mis labios parecían de mujer —contaba Jimin con somnolencia. Estaba acostado sobre Min, apoyando su mentón sobre su pecho, mientras este le acariciaba la espalda por dentro de la camisa.

—Siempre has tenido problemas conductuales, por lo que veo. —Yoongi tenía los ojos cerrados, pero escuchaba atentamente a lo que decía el pelinegro.

—¡Me dijo que mis labios eran de mujer! —se quejó Park, frunciendo el ceño.

—A mí me gustan tus labios. —Yoongi hizo un pico, incitando al menor a besarlo y este obedeció, dándole un corto beso—. Podría besarte todo el día, jamás me cansaría.

—Pero te parecen de mujer.

—Deberías parar de tratar de categorizar las cosas así. Tus labios son bonitos, si fueran de mujer estarían en el cuerpo de una mujer, pero no. Están en ti y tú eres un hombre. —Yoongi abrió los ojos y subió sus caricias hasta los omóplatos ajenos—. Eres mi hombre.

Jimin se cubrió la cara con sus mejillas coloradas y la ocultó en el pecho ajeno. Eran las ocho de la mañana y hacía demasiado frío como para levantarse. La tía de Yoongi había llegado bien temprano y se había ido a dormir al instante, por lo que seguía en su habitación.

—¿Si hiciera ballet me considerarías una mujer?

—Jimin, soy gay. Si para mí fueras una mujer, ni siquiera estaríamos saliendo. —El pelirrojo cerró sus ojos de nuevo y Park subió su rostro apenado—. Si bailaras ballet iría a verte todos los días. No puedo resistirme a un hombre con mallas.

—¿Si Hoseok usara mallas te lo follarías? —espetó Jimin con el ceño fruncido, haciendo al mayor reír.

—No, me corrijo. No puedo resistirme a mi hombre con mallas. —Yoongi bajó sus manos nuevamente a su cintura—. Pero, Jimin, hablo en serio. Iría a verte cada vez que pudiera. Yo te apoyaría en lo que sea que quieras intentar, ¿sí? No tengas miedo de que piense algo malo de ti.

—¿Qué tal si quiero ser contrabandista de órganos?

—No podría ayudarte mucho. —Min abrió los ojos e hizo una mueca de dolor, llevando una de sus manos a su pecho—. Tú ya me quitaste el corazón.

Jimin estalló en carcajadas y negó con la cabeza, tomando la mano del mayor y llevándola a su cintura una vez más.

—Debes dejar esos piropos tontos. Es el segundo de esta mañana.

—¿Cuál fue el primero? —Yoongi cerró los ojos una vez más y comenzó a jugar con la liga del pantalón ajeno, deslizando sus dedos para tocar el final de su columna y regresar arriba. Park comenzó a sentir que el calor le subía al rostro.

—Cuando dijiste que habías despertado de noche porque "una estrella" seguía aquí —se burló el azabache con una risa.

—¿Yo dije eso? —balbuceó Min, con la voz ronca.

—Sí, pero estabas medio dormido. —Park apoyó su mentón en el pecho ajeno y escudriñó las facciones ajenas—. Te estás durmiendo.

Dragon Empire | myg + pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora