龙 : 13

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( los "ex" de Yoongi )

—Hazlo más rápido, Yoongi —rogó el rubio, empujando la cabeza del muchacho contra su miembro.

El pelirrojo obedeció, hundiendo el miembro en su boca hasta que le tocó la garganta, y moviendo su cuello con más velocidad sobre el falo ajeno, aumentando la rapidez del vaivén.

El rubio dejaba salir jadeos roncos y graves, negándose a gemir por muy que lo hiciera sentir Min. Gemir no era algo masculino.

—Estoy cerca, Yoongi —balbuceó el rubio, tirando de su cabello con rudeza para comenzar a mover su cadera al mismo ritmo que Min movía su cuello.

Una sensación de asco comenzó a bullir en su piel, ardiendo y picando con cada toque. Cuando el rubio le tocó la mejilla para que lo mirara a los ojos, Yoongi sintió que vomitaría.

Toda su garganta se cerró y sintió que comenzaría a llorar, pues sus ojos ardían y su garganta molestaba, como si un enorme tapón se hubiese estancado allí. Sus manos estaban sudando y sus ojos se abrían en demasía, observando al mayor con ojos aterrados y llenos de pánico.

Una punzada había atacado su cabeza, haciendo que esta comenzara a doler tanto que comenzaba a marearse. Los destellos molestaban y sentía que se desmayaría si viera directamente la luz.

La habitación se sentía pequeña, asfixiante, necesitaba salir

Necesitaba salir del armario.

Armario, ahora estaba en el armario. Uno pequeño y ajustado, apenas y podía respirar, ¿Cómo Jacob no se sentía igual de asfixiado? ¿Cómo habían pasado repentinamente al armario?

No, no era cualquiera, podía notarlo. La mancha estaba ahí, en forma de corazón, justo donde siempre miraba al estar allí metido. Podía ver las marcas de uñas clavadas en la puerta, como si alguien la hubiese estado forzando para cerrarla, mostrando que era viejo y la madera estaba débil por los años y la falta de cuidado.

—Yoongi —lo llamó el rubio, cuando el orgasmo lo azotó y dejó salir el semen a chorros contra su garganta. Yoongi se sintió asfixiado y estaba a punto de vomitarlo, pero tragó por costumbre. Sintió su lengua pesada y su garganta reseca, como si un resfriado amenazara con atacar pronto—. Lo haces tan bien que pareces una chica.

Yoongi se puso de pie, sintiendo sus rodillas lastimadas y sangrando por la madera astillada y frágil del clóset. Sin embargo, no le dolía tanto como la cabeza ahora mismo, como si estuviera inflándose y le fuera a explotar.

—Jacob, necesito salir. Me ahogo —habló finalmente Min, acercando su mano a la puerta del clóset para abrirla. Repentinamente, unos pasos se hicieron presentes en la habitación tras la puerta y detuvo sus movimientos.

Oía las botas deslizarse por la madera que crujía y cada vez se acercaba más y más hasta que comenzó a temblar.

—Yoongi, quiero que sigas —pidió el rubio a su lado, tomando la mano ajena y poniéndola sobre su dura erección sobre los pantalones—. Estoy duro por ti. Tócame.

Yoongi trató de alejar su mano, pero la fuerza le faltaba y no podía hacer más que sentir las venas del falo ajeno dentro del pantalón negro.

—Quiero parar, no quiero esto —balbuceó Yoongi, tan bajo que sonó como un suspiro, sintiendo las lágrimas agruparse en sus ojos—. Déjame.

—Hazlo para mí, Yoongi —pidió esta vez una voz más ronca. Reconocía al hombre moreno que ahora se paraba donde Jacob estaba hace solo segundos.

Dragon Empire | myg + pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora