Dicen que cuándo una puerta se cierra otra se abre, pero ¿Y si soy yo la que cierra la puerta?¿Seré capaz de volver a abrirla?
―Nunca vi un azul tan brillante como el de tu mirada....
🔺Contiene spoilers del manga🔺
Supongo que últimamente he estado demasiado ocupada, olvidé que día era hoy... Luego le escribiré a Kotoha para decirle si puede hacerme sitio en su casa un par de días.
―Tss Ari ven ―estaba sumergida en mis propios pensamientos mientras que había olvidado donde estaba―Ven― me hizo señas con su mano susurrando ¿Ahora que quiere? Deje a un lado lo que estaba haciendo y me acerqué. Estaba con Hiragi asomado escuchando atentamente algo.
―Pero volvemos a lo mismo rápidamente tu piensas que te rechazarán. Para mi, tu eres el que no se trata amablemente. No sé que es lo que te ha pasado, pero entiendo como te sientes por eso te lo digo. Con todos los amigos que has conocido hasta ahora podrás contar con ellos ― me pregunto cuánto tiempo llevaran escuchando―Tch creo que hablé demasiado
―No creo que...― fui cortada por los aplausos de Umemiya saliendo de su escondite ―¡Eres tan bueno Kaji! Ustedes han crecido mucho, escuché todos tus pensamientos sobre ti y tus amigos ―perdón, no quisimos escuchar a escondidas― se disculpó Hiragi ―Juro que yo no tengo nada que ver, recién llego ―me escusé ―A parte de eso Kaji ― el peliblanco pasó su brazo por el hombro del rubio ―lo que dijiste sonaba como Hiragi. Lo que dijiste antes...―no termino de hablar porque recibió un golpe directo en su cara que lo mandó al suelo ―Claramente fue tu culpa Umemiya ― asentí con la cabeza dándole la razón y Ren salió corriendo.
―Ey, Sakura deja de mirar al suelo y mira hacía delante.
Claramente esta conversación no me concierne a mi, asi que volveré a lo mío. Tal vez no soy la persona más idonea para aconsejar a una persona que esta igual o más rota que yo en estos momentos.
La vida no es fácil, es algo que los adultos siempre dicen
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Intentando dejar sobre nuestros hombros las responsabilidades que nos quedan demasiado grandes. La vida no es color de rosa pero hay que dejar de vivir en la cuerda floja, pensando que en cualquier momento te vas a caer y se acaba todo. Por que no es así, puedes tomar otro camino, ninguno será fácil pero es mejor que caminar totalmente solo... Se hace más pesado incluso el aire se siente denso y te cuesta respirar.
Sea lo que sea, me alegro de estar con ellos ahora mismo y ver como Sakura se ha integrado al grupo aunque él aún no lo quiera aceptar.
Anzai decidió que lo mejor era hacer una pequeña celebración todos juntos, como algo "íntimo" pero más bien era una excusa para comer, no me quejaré. Se sentía bien estar con todos, hasta yo sentía que podía olvidarme de todo por un momento y eso me gustaba.
Takanashi admitió tener miedo a los insectos y Tsugeura a los fantasmas, tanto que no cerraba ni los ojos al bañarse, cada uno admitía sus secretos más vergonzosos ya que Haruka había sido el primero en abrirse en ese sentido. Ahora esta a la duda del Suou hacía el Natto... Mientras todos dirigen una mirada curiosa hacía mi.
―¿Que? ― supongo que ahora todos querían escuchar mi miedo ― realmente no creo que le tenga miedo a nada ―respondí después de pensar un poco ―¿¡De verdad!? ― exclamó uno de ellos a lo que respondí levantando los hombros ―Bueno, ella es realmente mala en la cocina. Recuerdo cuando quiso hacerle un pastel a Umemiya y termino quemando la cocina jajaja ―¡Koto-san! ― me quejé, no creo que ese sea el dato vergonzoso que quería que supieran y ahora todos se reían ―¡Estaba chiquita! ―El otro día si te dejo ayudar con la sopa de huevo también ― Kotoha no ayudas ―Oh bueno, la verdad cuando la vi por primera vez pensé que era la típica niña rica de papa de cuna de oro jajaja ―¿Verdad? Jajaja supongo que es normal es la primera impresión que da―añadió otro de los chicos ―¡Cuéntanos más! ― estos tipos no tienen miedo a nada eh ―¡Odio las cucarachas! ― exclamé avergonzada ―¡Ya no hay nada más!
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Todos nos sorprendimos al escuchar salir una risa de su boca. Era la primera vez que lo veía reír y debo decir que me gustó. ¡Ahora quiero cuidar esa risa! Una risa sincera, sin miedo a mostrarse tal cuál es, abriéndose totalmente a nosotros de manera despreocupada.
Me doy cuenta que debería aprender un poco más de él. Sakura Haruka eres un chico con mucha suerte aunque no lo sepas, tienes un montón de personas a tu alrededor que te quieren y te apoyan pase lo que pase.
―¡Aaaaahhh que lindo! ¡Vuelve a hacerlo! ―¿¡Que!? ¡No! ―Gatito por favor~― supliqué con ojos de cachorrito ―¡Que no me llames así! ―¡Koto-san dile que se ría! ―Oh bueno, una vez metió ardillas en los pantalones de un niño y... ―¡Pero así no! ―me quejé ―Ah si eso fue gracioso y también ratas jajaja ― tiene razón esa vez si me mame
Ahora nos pasamos toda la tarde noche hablando de nuestros momentos vergonzosos, todos tenían algo que contar, unos más que otros y aunque a algunos les costaba aceptar que tenian algún miedo terminaban contando su secreto. Pero sobre todo, les interesaban las travesuras que hice en el orfanato y aceptémoslo, eran demasiadas.
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Por unos minutos el peso de mis hombros no estaba, solo era yo, Arissa, junto a un grupo de personas que me hacían sentir bien.
―Me lo cobras todo a mi pero no le digas a nadie ―¿Estás segura que no quieres que lo sepan? No puedes vivir toda la vida siendo solo Arissa. ―Aún no es el momento, no estoy lista, no quiero ser tratada de forma diferente ―Tonta ¿En serio crees que ellos lo harían? ―Ella tenía razón, hasta ahora las pocas personas que lo sabían no lo habían hecho pero siempre hay una excepción y ese es mi miedo...
