Dicen que cuándo una puerta se cierra otra se abre, pero ¿Y si soy yo la que cierra la puerta?¿Seré capaz de volver a abrirla?
―Nunca vi un azul tan brillante como el de tu mirada....
🔺Contiene spoilers del manga🔺
―¿Señorita se encuentra bien? ― un tipo raro con traje se acercó corriendo y tomó la cara de Ari entre sus manos moviéndola de un lado al otro inspeccionando minuciosamente su rostro. ¿Quién demonios es este y como se atreve a ser tan atrevido? Su mano ahora se dirigía a la de mi acompañante pero lo aparte de inmediato,no iba a permitir que siguiera con ese trato y menos delante de mi ―¿Y tú eres? ― me presento, soy el que te va a partir tu madre si sigues tocándola de esa manera. ―Tranquilo Miyoshi estoy bien ―No debería estar aquí ¿Que hago si le llega a pasar algo? Estaría en serios problemas ―Pero no paso. El traicionero de Ume-chan me dejo encerrada y no pude estar en la pelea ― infló sus cachetes molesta. Acepto que se veía tierna haciendo eso y podría quedarme observandola toda la noche si fuese posible...pero el idiota seguía insistiendo. ―Ya escuchaste ―añadí molesto ― dijo que esta bien ― clave mi mirada en la suya advirtiéndole que no siguiera pero éste en lugar de alejarse volvió a acercarse más.
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Estaba claro que mi cuerpo no aguantaría una pelea más pero se veía de lejos que él tampoco estaba en buenas condiciones aquella noche.
―¡Señorita! ― que suerte tienes maldito imbécil, llegó el señor Jo ― ¿Dónde estaba? ¡Me dijo que no volvería a meterse en problemas! Y tú agradece que no le pasó nada o eres hombre muerto ― espera ¿Se conocen? ―Todo tiene una explicación... Verá...yo salí a caminar tranquilamente y pues de casualidad me encontré con una gran pelea y... ―intentaba sonar lo más convincente posible pero era obvio que mentía, nunca fue buena mintiendo―Bien, es cierto, sabía que esto iba a pasar y por eso le pedí ayuda a Kanji pero haciéndole prometer que no diría nada así que Miyoshi no tiene nada que ver. Gracias por traer el servicio médico que pedí te debo una ― lo abrazó y salió corriendo jalando mi brazo. A veces creo que Arissa tiene un extraño poder para calmar a las personas con un temperamento fuerte.
Todos los miembros de Boufuurin fueron tratados de inmediato uno por uno según su estado, nada extremadamente grave. Algunos puntos tal vez, alguna que otra cicatriz quedará para recordar este día. Pero ahora mismo no era eso lo que me tenía pensativo si no las palabras del imbécil de Endou "prometido" y aquél sujeto de traje que resultó ser miembro de Roppo-Ichiza. ¿Acaso esta chica conoce a todo el mundo?
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Por alguna razón que desconozco eso me irrita.
―¿Quieres dejar de moverte? Así no puedo limpiar toda la sangre seca de tu cara ― solo me limité a quejarme mientras me dejaba curar. De todas maneras fui yo quién se lo pedí desde el principio y aún no sé por qué ¡No hace más que hacerme actuar extraño! ― Miyoshi es el hermano del señor Jo ― habló de la nada y yo solo la miraba sin decir nada ― ¿Te lo estabas preguntando cierto? Lo leo en tu cara ― sonrío mientras seguía en lo suyo―Me puso a su cuidado y ahora es como un guardaespaldas, ya sabes por lo que pasó aquella vez...―Su tacto es delicado, aún no me creo que con ese pequeño cuerpo sea capaz de noquear a alguien, pero sí y tal vez eso es lo que me gusta de ella.
¡Maldición! Al final lo dije. No quería aceptarlo, nunca quise hacerlo pero por más que quiera ocultarlo Kusumi tenía razón. Me gusta Arissa y no como una simple amiga. Desde el primer momento en que la conocí algo dentro de mi lo supo, ella llegó a cambiarlo todo, a revolverlo todo y hacer y deshacer a su gusto y simplemente la dejé.
Sabía perfectamente que esto no era solo admiración por que es completamente diferente a como me siento con Hiragi-san, elegí seguirla y no me arrepiento de decir que iría hasta el puto fin del mundo si es necesario con tal de que sea con ella. No voy a permitir que nadie le haga daño o se atrevan a tocarle un solo cabello de esa cabecita hueca suya. Puede llegar a ser algo tonta de vez en cuándo pero eso la hace ser ella misma.
―Terminé, ya te puse la pomada y todo―sera que estaba demasiado distraída curándome o yo tampoco me percaté pero al decir esto ambos nos dimos cuenta de lo cerca que estábamos.
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Su cara estaba a centímetros de la mía, podía oler su aroma, ese tan particular suyo que añade a sus famosas pomadas ¿Son margaritas? Podría perderme en esos ojos que ahora me miran tan abiertos llenos de sorpresa. Mi mirada paso de sus ojos a sus labios entreabiertos y mil pensamientos vinieron a la cabeza ¡Carajo! Me siento un completo idiota ahora mismo pensando de esta manera, casi puedo escuchar la risa irritable de Kusumi desde aquí y un comentario estúpido de Enomoto.
Lo primero que haré cuándo los vea será golpearlos.
―Eh...creo que...yo bueno...iré a ver a los demás como están. Si eso ―su voz nerviosa me confunde pero me resulta divertida. Tal vez podría... ―¿Qué...q-que estás ha-haciendo? ― acortar la distancia entre los dos no era algo que tenía planeado al principio pero ahora solo me movía por puro instinto. Una parte de mi quería hacerlo y lo dejé, no parecía desagradarle la idea. ¿Tal vez un poco más? Sólo un poco más...
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―¿Por qué cierras los ojos? ― pregunté con burla. Había cerrado sus ojos y los apretaba con tal fuerza que parecía que no quería volverlo a abrir nunca ―¿Mh? Yo...yo pensé... ― ladeé la cabeza esperando que terminase la frase ― ¡No te burles de mi Kaji! ― exclamó con un semblante molesto pero a la vez avergonzada mientras se levantaba casi corriendo y sacándome la lengua en el acto ― ¡La próxima que te cure Hiragi! ―Pero él es muy tosco ―¡No me importa! ―¿Ahora por qué te enojas? ―¡No te acerques! ―¡Aún no puedo caminar bien! ―¡Te aguantas!
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El comienzo de nuevo a la rutina en la vida diaria me esta matando. RIP Niia....
