🌷: Capitulo 25.

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Hades.
Día dos.

El vestido negro que llevaba era un espectáculo de elegancia y sensualidad. Ajustado a su esbelta figura, resaltaba cada curva con su escote corazón, dejando al descubierto sus hombros y clavículas. El terciopelo negro absorbía la luz, acentuando su pálida piel. La abertura lateral revelaba su pierna larga, tintada y esculpida con cada paso que daba, mostrando una mezcla perfecta de sofisticación y atrevimiento. Los destellos de sus joyas, contrastando con el fondo oscuro del vestido, capturaban la mirada, pero eran sus ojos, tan brillantes y seguros, los que me mantenían cautivo. No podía apartar la vista, cada movimiento suyo era una obra de arte, y en ese momento confirme que estaba irremediablemente enamorado.

Me llevé la mano al pecho sintiendo todo a ma vez, Gabriela parecía un ángel incluso de negro, con sus labios por primera vez pintados de rojo parecía un jodido pecado andante que amenazaba con volverme loco.

Lo que le dije ayer no era mentira, muchos hombres e incluso mujeres la miraban con otras intenciones, lo notaba porque así era como la miraba yo solo que peor, lo mío era más allá que deseo, por supuesto.

Pero ella era muy ingenua para notarlo de los demás y en parte me gustaba eso porque eso significaba que su atención solo estaba en mi.

Joder.

Sonreí cuando nuestras manos se entrelazaron, ella por segundo día había opacado a más de una celebridad con su presencia y no era conciente de eso.

El bullicio del Festival de Cannes impregnaba el aire con una mezcla de glamour y expectación. Las estrellas más brillantes del cine, los directores más influyentes y los productores más poderosos se reunían en este escenario emblemático para celebrar el séptimo arte. Las luces de los flashes iluminaban la alfombra roja, creando una atmósfera casi irreal, un lugar donde la magia del cine cobraba vida.

Ella y yo llegamos juntos, y aunque estábamos rodeados por una multitud, la sensación era de intimidad, como si solo existiéramos nosotros dos en ese momento. Su vestido negro de terciopelo, capturaba la atención de todos.

La prensa nos rodeaba, gritando nuestros nombres y tratando de captar nuestra atención para una entrevista o una fotografía. Ella manejaba cada interacción con una gracia más natural, sonriendo y respondiendo con encanto. Sentí una oleada de orgullo al verla así, tan segura y radiante. No pude evitar acercarme y susurrarle al oído.

—¿Te estás divirtiendo?—susurre.

—Mucho —respondió, mirándome con una nueva chispa traviesa en los ojos—. Aunque debo admitir que estar aquí contigo lo hace aún mejor.

Su comentario me hizo sonreír, y por un momento, todo el bullicio a nuestro alrededor se desvaneció. Sentí como si el tiempo se detuviera y solo existiéramos nosotros dos, compartiendo una conexión que iba más allá de las palabras.

Caminamos por la alfombra roja, saludando a los invitados. Algunos rostros famosos se acercaron para felicitarnos y charlar brevemente. Era un recordatorio de la camaradería que existía en el mundo del cine, una comunidad unida por el amor al arte y la narración de historias.

Nos dirigimos hacia la entrada del Palais des Festivals, donde una proyección especial nos esperaba. La sala de proyecciones estaba iluminada con una suave luz dorada que creaba un ambiente acogedor y elegante. Tomamos asiento en una fila central, con una vista perfecta de la pantalla. Mientras esperábamos a que comenzara la película, nuestros dedos se entrelazaron de forma natural.

—¿Cuál es tu película favorita? Sé que te gustará el misterio y terror, pero alguna debe ser tu ideal—le pregunté, inclinándome hacia ella para que nuestras palabras no se perdieran en el murmullo general.

ENVUELTOS EN LA TORMENTA [+18] | SAGA DIOSES #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora