Gaby.
Amager Strandpark, Dinamarca.
Día 1.Saber que no estaba despertando en mi cama habitual era algo que mi cuerpo sabía.
Me había prometido disfrutar este pequeño viaje, que dejaría mis inseguridades en el departamento en Filadelfia, que Jason estaba allá y que todo lo que me afectaba no estaba en este país.
También si agregamos que Hades me está despertando con pequeños besos de mi cabeza a mi cuello y de ahí a mis hombros, creo que es lo más cercano al despertar perfecto.
—Mmm.
—Buenos días, pequeña provocadora.
—Tienes que dejar de decirme así—susurre con la voz somnolienta.
—Estas en un pijama corto a mi lado, no puedo simplemente ignorarlo—me beso la boca cuando me puse contra su pecho—. Hola.
Abrí los ojos y sonríe levemente.
—Hola, hombre provocador.
Él soltó una risa y me apartó el cabello revuelto del rostro.
—¿Lista para este fin de semana?—asentí emocionada.
—No sé nada de este lugar, no sé si traje ropa adecuada pero tengo ánimos y estoy emocionada de hacer esto contigo.
—Si algo te falta lo compro luego—me puso el cabello tras la oreja—.¿qué quieres hacer ahora?
Vi el reloj de la pared, eran la ocho de la mañana.
—Mmm, ¿podemos quedarnos en la cama una hora más?—propuse somnolienta.
—Me leíste la mente.—sonríe.
Pasamos la mayor parte de la mañana en la cama, nos traen comida y saboreo todo mientras vemos un documental de asesinatos mientras tanto. Miro fascinada y el también parece interesado y bufo cuando termina resolviendo el crimen antes de los investigadores que hablan.
Conversamos y sonrió cuando le limpio crema que le quedó en la nariz del café espumoso, también juego con su cabello mientras descansa la cabeza en mis piernas y vemos la televisión.
Se siente tan normal y bien esto.
Tenerlo y estar aquí disfrutando de esto.
A la hora del almuerzo me propone ir a un restaurante en la playa y acepto sin pensar.
Trago saliva cuando se va a duchar y busco en mi maleta que ponerme.
Últimamente no me fijaba mucho en lo que me pondría, procedía a elegir lo que me parecía lindo y ponérmelo sin mirarme en el espejo.
Eventualmente tendría que verme en el, pero prefería no hacerlo por ahora. La ropa ya no era el problema, el problema era mi miedo de ver todo lo malo en mi a través de el.
Respire hondo y me puse un traje de baño enterizo color rosa pastel, sobre el me puse un vestido blanco de seda con mangas largas y hasta el suelo, era suelto y de playa:
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ENVUELTOS EN LA TORMENTA [+18] | SAGA DIOSES #3
RomanceSAGA DIOSES #3 «Me ahogo, necesito ayuda, necesito... No sé qué necesito, no sé vivir, no sé apreciar la vida, no sé... No sé cómo seguir» Obra protegida©️.