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Pov: Ace

Marco me enseñó a quitarles los órganos o cómo hacer una operación, depende de cómo lo veas. Los tres corazones que quitamos los pusimos en los botes y Marcó los guardó en un armario en el que tenía todo tipo de órganos, parecía un traficante, no descarto que sea uno.

Ahora estábamos en la bañera de nuestra habitación, Marco estaba quitando toda la sangre que tenía en el cuerpo, lo hacía lentamente, el agua ya estaba roja como el vino Marco seguía algo manchado, nunca imaginé que este método nos manchara tanto, Marcó al parecer ya estaba acostumbrado a esto.

-Ace, mañana volveremos a casa. Ya llevamos un mes en Rusia y me gustaría volver a casa... tengo ciertas misiones que hacer y me gustaría participar en ellas.

Dijo mientras dejaba de limpiar mi pelo y empezaba a limpiar con cuidado mis manos.

-Esta bien... pero, te tengo una pregunta... que harás con los cuerpos, digo tienen nuestro ADN y si alguien decide buscarlos nosotros estaremos en problemas.

Marco soltó una pequeña risa.

-Eso no pasará, esta no será la primera vez que hago esto, nadie está tan mal como para culparme de algo, además el dinero mueve el mundo. Y, sus cadáveres serán quemados nadie se enterará de esto.

-¿Y si alguno de tus hombres decide dejar de ser leal? digo eran 4 personas las que estaban con nosotros y alguno querrá decir algo.

-Buen punto, pero como he dicho nadie está tan mal como para culparme de algo, todos ellos ya saben las consecuencias de hablar, hace mucho tiempo una persona me traiciono y todos los que están aquí desde hace más de dos años saben que su destino será el mismo.

Dijo tranquilamente.

Marco terminó de bañarme en silencio, no era incomodo pero era raro.

-Ace levántate faltan tus muslos.

Me sonroje con lo dijo pero hice caso, sentí la mirada de Marco fija en mi cuerpo, no me molestaba, de hecho me hacía sentirme bien. Marco en cambio estaba semi desnudo, tenía el pantalón puesto y la camiseta desabrochada. Este también se levantó y puso su entrepierna en mi trasero.

-Sabes... hace mucho que no tenemos acción...

Sentí como un bulto en mis trasero y deduje lo que era, Marco estaba excitado. Moví algo lento mi trasero consiguiendo una reacción rápida.

-No me provoques, si empezamos pienso terminar, no importa cuanto grites.

Dijo Marco con la voz ronca, me sonroje al instante. Decidí seguir, lo que realmente quería era que mi hombre me tomara como él quiera. En esta postura se notaba la diferencia de altura y eso solo me excitaba más, sin contar con que el amiguito de Marco ya estaba bastante duro.

-Esta... bien, solo ten algo de cuidado.

Dije entre suspiros, a este punto ya estaba excitado, además, la idea de que Marco borrara cada maldita marca me emocionaba, además podría reanudar nuestra marca.

Gire mi cabeza y le di un beso a Marco, esto lo siguió sin problema. Empecé a mover más rápido mis caderas. Marco soltó un gruñido satisfactorio y agarró mi cuello y me puso contra la pared del baño.

-Recuerda, una vez que empiece no pararé. Rogaras y rogaras pero lo único que haré será follarte más rápido y más fuerte. Ahora, agáchate y empieza a chupar.

Marco utilizó su voz de enigma y en un instante estaba de rodillas. Marco aún tenía en pantalon puesto este tenía un gran bulto, me estremecí al sentir el slick por mi parte baja. Le desabroche el pantalón y le quite el boxer para empezar a masturbarle. Me meti su miembro en la boca y empecé a darle placer con mi boca, Marco colocó sus manos en mi cabeza y empezó a aumentar el ritmo considerablemente.

Mi nuevo sirviente..... es...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora