Capítulo 18.

20 3 0
                                    

Narra Daniel.


Voy a necesitar una ducha de al menos tres horas para poder deshacerme de todo el huevo y harina que tengo encima.


Sí, soy consciente de que Olivia solo me ha tirado un huevo a la cabeza, pero después de una sesión de besos, la harina que tenía ella se me ha pegado a todo el cuerpo. Aunque no me arrepiento.


- Se me ha quitado hasta el hambre. -Dice cuando terminamos de recoger la cocina.

- Awww, ¿mis besos te alimentan?

- No, pero tanta harina y tanto huevo me ha dado náuseas.

- Que poco romántica eres.

- Lo sé.

- Tengo muchas ganas de que pasen dos semanas. -Digo acercándome a ella.

- ¿Para qué? -A la vez que yo doy un paso avanzando ella retrocede uno. Pero, que suerte que la pared siempre resuelve estas conversaciones.

- Dentro de dos semanas hará un año que estamos juntos... -Digo agarrando su mano. -El mejor año de mi vida.

- ¿Por qué tienes que ser tan bueno conmigo?

- Porque estoy completamente enamorado de ti. Jamás podría hacer algo que te hiciese sentir mal.

- Seguramente soy la peor novia del mundo.

- ¿Por qué dices eso?

- Siempre estoy en plan de que soy la mejor y cosas así. Te llamo idiota todo el tiempo...

- Ya, bueno... me enamoré de ti por eso, ¿sabes?

- ¿Por qué?

- El primer día, cuando tuve que acompañarte a casa porque Jayden me dijo que lo hiciera, fuimos casi todo el camino callados hasta que empezaste a reírte. ¡Te hacía gracia el silencio! Y me reí contigo porque me pareció algo único. Después empezaste a decirme lo diva que eras, que eras la mejor... aún cuando crees que no lo eres. Me reí de todas y cada una de las cosas que hacías. ¿El día de lo de la pintura contra Sam? Me desconcentré en cuanto entraste por la puerta del instituto. Lo que te quiero decir con esto es que, mucho antes de que lo supieras, a mi ya me gustabas porque eras diferente a las demás. Porque decías muchas tonterías pero eras divertida, hacías como si no te importarse lo que los demás pensasen de ti a pesar de que si te afecta, eres perfecta.

- Te quiero. -Dice.

- Al final lo has dicho.

- Ya te has cargado el momento.

- Porque soy idiota y hay cosas que nunca cambian.

- Pues eres mi idiota favorito.

- Y espero serlo siempre.

- Eso no hace falta ni pedirlo.

- Pues me alegro de eso.


Me sonríe y dejo que salga del rincón donde la tenía ''atrapada'' y se va al salón, dejándome apoyado en la pared con una sonrisa que no se me quitaría en muchísimo tiempo.

Un Verano De Cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora