Capítulo 7.

51 6 0
                                    

Narra Sam.


- ¿Quieres más helado? -Pregunta mi tía.

- Claro. -Me da otro tarro y empiezo a comérmelo. Llevo tres, pero no importa.


Mi tarde ha sido una tarde muy ocupada, he estado tumbada en mi cama viendo películas y comiendo helado. Sí, lo sé, es que vivo estresada por hacer tantas cosas a la vez.


Mi móvil empieza a sonar de repente porque me están llegando mensajes de un grupo. Imposible. Hace años que no me habla nadie. Que exagerada soy.


Lo miro un poco y son Katie y Olivia. Y yo que pensaba que se les habían caído los dedos porque como llevan todo el verano sin hablar. A lo mejor si se hubiesen interesado un poquito más por mi yo no estaría en la situación que estoy ahora. Tengo ganas de llorar y hacer sentir mal a la gente. No tengo ganas de sonreír y mucho menos de reírme. No quiero hacer nada divertido, ni si quiera las películas me hacen reír. Ya nada me hace reír. Todo me enfada y me siento mal conmigo misma por eso. Y no las culpo a ellas. Ellas no tienen la culpa de nada. Han tenido su verano, al igual que yo he tenido el mío. Pero si no hubiese sido tan malo todo estaría mejor ahora. Y por si fuera poco me meto en una ''pelea'' con un idiota al que ni si quiera conozco. Pero me da igual, lo voy a aplastar de tal manera que llorará para que le deje en paz. Todo el mundo va a rogarme que deje de ser así, van a conocer a la nueva Sam. Todo el mundo va a temer a la nueva Sam.


- ¡Sam! -Pego un salto de la cama por el susto que me llevo al oír mi nombre. ¿Quién me llama?


Me asomo a la ventana y lo veo ahí. No puede ser, y yo que pensaba que le había dejado claro que lo iba a destrozar la próxima vez que lo viese.

- ¿A qué vienes?

- Quiero que hablemos.

- Vas a ver que bien hablo yo.


Me acerco a mi escritorio y cojo un pisapapeles enorme. Me vuelvo a acercar a la ventana y se lo tiro.


- ¿¡Pero estás loca!? ¿Quieres matar al primo más guapo que tienes?

- Serás guapo pero eres un mierda. Y que pena que ya no me queden más cosas para lanzarte.

- Ábreme la puerta, no hablamos desde que pasó aquello. 

- ¡Deja de hablar de aquello! ¡No hay nada de qué hablar!

- Sam, ¿con quién hablas? -Pregunta mi tía entrando a la habitación.

- Está aquí.

- ¿Quién?

- Adam.

Un Verano De Cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora