Capítulo 5.

74 7 0
                                    

Narra Olivia.


- ¿Y ahora qué hacemos? -Pregunté a las dos chicas que me acompañaban mientras salíamos del instituto.

- Yo irme a mi casa, no sé tú. -Dijo Sam, tan amable y cariñosa como siempre.

- ¿No vamos a quedar esta tarde? Siempre quedábamos. -Dijo Katie extrañada por la respuesta de Sam, aunque no sé de qué se sorprende, si lleva así todo el día.

- Tú lo has dicho, quedábamos, pasado. Y estamos en el presente así que...

- ¡No sé qué mierda te pasa pero me estás hartando! -Katie explotó de la nada e incluso Sam la miró sorprendida. Jamás la habíamos visto gritar de esta forma.

- Simplemente, no me apetece quedar, ya nos veremos. -Dijo Sam, ya no sonando tan borde, pero sí dolida.

- Yo... yo no quería que se sintiese mal por mi culpa. -Dijo Katie.

- No creo que hayas sido tú, algo le ha pasado que no nos está contando.

- Ya...


Y de pronto y sin venir a cuento, me empecé a reír. Otra vez no, por favor.


- ¿Y ahora de qué te ríes?

- Pues no lo sé.

- Yo creo que tarde o temprano tendremos que contarnos nuestras vacaciones, ¿no crees? -Preguntó Katie mirándome.

- Supongo que sí.

- Pero creo que la que peor verano ha tenido ha sido Sam, quiero decir, ella ha cambiado muchísimo.

- Pues sí.

- ¡Katie! -Una voz a nuestras espaldas hizo que nos diésemos la vuelta y nos encontrásemos con uno de los chicos de antes, es alto, guapo y... pf, es perfecto. ¿Cómo se llamaba? Ni idea.

- ¿Aaron? -Preguntó la chica a mi lado, oh, Katie se está enamorando, yo lo sé.

- Sí. Bueno, es que, quiero hablar contigo.

- ¿Conmigo?

- ¿Con ella? -Pregunté metiéndome en la conversación.

- Sí. -Dijo él.

- ¡No me quiero ir sola! -Dije riéndome. ¡Quiero seriedad joder, seriedad!

- ¡Daniel! -Gritó el chico, ¿está llamando al que estaba tirado en el suelo?


Al recordar la imagen empecé a reírme mucho más.


- Dime. -El chico llegó.

- Llévala a su casa, como la dejes sola te corto las bolas, hasta luego. -Agarró a Katie del brazo y se la llevó.

- Bueno, pues... ¿vamos? -Dijo Daniel aún confundido.

- Claro.


La gran parte del camino estuvimos en silencio, pero como a mi el silencio me da risa, pues me empecé a reír.


- ¿De qué te ríes? -Preguntó el chico observándome curiosamente.

- No lo sé, me hace gracia el silencio. -Me sentí avergonzada de decirle eso.

- Ah. -Y se rió él también. ¿Se está riendo de mi?

- Todavía no puedo olvidarte...

- ¿Eh?

- Tirado en el suelo lloriqueando como una niñita. -Y empecé a reírme aún más y él me miró mal. Muy mal.

- No es gracioso.

- Te dio miedo mi amiga, ¿verdad?

- No. Simplemente, me sorprendió que una chica le echase el valor suficiente como para acercarse a esto. -Y se señaló de arriba a abajo. Aunque el chico sea guapo mi actitud de diva no me deja llevarle la razón.

- Tienes razón, a mi me hubiese dado miedo porque con lo feo que eres.

- No seas tonta.

- Tú eres el tonto. -Y me sonrojé. Hay que joderse, yo nunca me sonrojo. -¿Sabes por qué tu amigo se ha llevado a mi amiga?

- Sí.

- ¿Me lo cuentas?

- Jayden quiere gastarle algún tipo de broma a Sam.

- ¿Qué le pasa? ¿Tiene una mala vida? ¿Sus padres no le quieren? ¡Eso es morir siendo muy joven! -Le puse aún más drama al asunto y eso a Daniel le hizo gracia.

- Ya bueno, la cuestión es que Aaron está hablando con tu amiga para que se asegure de que Sam no se encuentre con Jayden, y Aaron se encargará de que Jayden no se encuentre con Sam. Será lo mejor para todos.

- Esperemos que sí.

- Seguro que sí. Porque si se acercasen y empezasen la tercera guerra mundial, yo sería tu enemigo.


El pensamiento de que él fuese mi enemigo me provocó dolor de estómago, pero me mantuve firme ante la conversación para que él no lo notase.


- Sería la enemiga más diva que tendrías.

- Probablemente.

- ¿En serio piensas que soy diva? Awwww. -Morí de amor. Que va, es broma.

- No, pero como serías mi única enemiga pues serías la más diva incluso sin serlo. -Y me guiñó un ojo. Me ha guiñado un puto ojo. ¡¡Me falta el aire!!

- ¡Ay va! ¡Esta es mi casa! Que corto se me ha hecho el camino, bueno, me tengo que ir ya, gracias por acompañarme, suerte con esos amigos trogloditas que tienes, ¡adiós! Se despide de ti la más diva.

- ¡Adiós diva! -Gritó cuando yo ya estaba entrando a mi casa.


Que este día no se repita jamás si quiero seguir conservando el corazón en su sitio.

Un Verano De Cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora