Laced [Soukoku-Omegaverse]

Sange Azúl.

Con su séquito algo perplejo y detrás de él, Dazai esperaba en la sombra mientras veía a las personas pasar, reflexionando sobre lo que acababa de vivir, era la primera vez que un "médico" como aquel lo revisaba. Su experiencia con la doctora Shelly había sido una consulta que esperaba jamás volver a recibir, ahora se sentía, de alguna manera, impuro, no es que le importaran esas sandeces de ser casto, pero después de la forma en la que Shelly había visto todo de él lo había dejado también de alguna forma "curioso".

Mientras jugueteaba con la pequeña bolsa de sus manos que contenía el regalo que la doctora le había obsequiado, seguía recapitulando su consulta.

— Entonces, Príncipe, lleva toda su vida desde que se presentó como omega escondiendo su aroma, no ha presentado nunca su celo, ni ha tenido relaciones sexuales, ¿correcto?

— Es correcto — asentía Dazai, no había estado tan avergonzado desde que una vez que Mori lo había atrapado admirando el retrato de su padre cuando era joven, pero en defensa del joven Dazai, jamás había visto a un ser humano más hermoso y atractivo que Fukuzawa, ese hombre representaba la realeza, porte y poder, mientras sonreía de forma apacible a su feo esposo, como Dazai describía a su otro padre, tenía un aura tan imponente que era extraño para él ver como trataba tan cariñosamente a toda su familia, cuando por otro lado podría ser un tirano.

— Excelente alteza — continuó la doctora — Por encima, todo luce en orden, pero el hecho de que sea un omega en plena etapa reproductiva y no haya presentado su celo, o mejor explicado, suprimido sus celos al punto de eliminarlos puede resultar perjudicial a la larga.

— ¿Cómo que no podré tener hijos? — la interrumpió el príncipe.

— Eso por un lado — explico Shelly — Por otro, no se han hecho suficientes experimentos — ante este comentario Dazai palideció un poco, había escuchado sobre la remota idea de que en la antigüedad algunas personas habían experimentado en omegas y betas, sin embargo, en Erizel tal práctica había sido prohibida antes del nacimiento de sus padres y no era un tema del cual se hablara abiertamente, una idea aún más peligrosa llegó a é y es que aunque en su reino fuera así, en otro lugares aún mantendrían esa práctica — Pero es posible que otras complicaciones más severas puedan presentarse, como daños en algunos órganos, su fisionomía y estado mental y por ende emocional. Alteza, los celos son algo natural en los omegas y alfas, se ha pensado que es una especie de tortura para los omegas cuando, llevados de manera correcta y con la pareja adecuada pueden ser muy llevaderos y disfrutables.

Daza hizo una leve mueca y luego suspiró — ¿Y qué sugiere? —

— Alteza — comenzó Shelly — No querrá llegar a los 30 años con el cuerpo de un omega de 80.

— ¡Pero dijo que no hay pruebas de eso! — se quejó el príncipe.

— No hay suficiente evidencia, sí, pero puede pasar. Por eso — la doctora sonrió amablemente — ¿Qué le parece hacer una prueba?

Dazai abrió mucho sus ojos con espanto — ¿Cómo?

— Con una muestra de su sangre — se apresuró a expresar Shelly — Tengo una forma de probar que un omega es compatible con un alfa antes de que se emparejen, de esta forma se garantiza la compatibilidad y seguridad de ambos, es una prueba muy sencilla y sólo necesitaré un par de gotas de su sangre y de su Alteza Chuuya.

Dazai se iluminó y con entusiasmo poco disimulado respondió — ¿Y qué pasa si no lo somos?

— Supongo que su alteza tendrá que aceptarlo.

— Chuuya no es el problema.

— Tanto su alteza Verlaine como Randou son conscientes de la prueba, ellos mismo la realizaron y saben que es certera, pero al final será decisión de ustedes, su matrimonio no es como cualquier otro.

— Bien. Hagamos un trato.

-x-

— Gracias — le decía el rey Verlaine a Oda que había llevado a Chuuya a dónde el monarca se encontraba junto con sus consejeros y cónsules — Lee esto — se dirigió a su hijo entregándole un pequeño mensaje.

— ¿Hah? — soltó el príncipe arrugando el ceño — ¿Qué significa? ¿Es hostil? —

— Aún no sabemos — contestó Oda — Sólo es una señal de nuestros soldados en el borde.

— Hay que prepararnos y no dejar que entren, si ya los vieron en la frontera no van a tardar en estar aquí — expresó exaltado Chuuya.

— No vamos a hacer nada precipitado — lo contuvo su padre — Estamos demasiado al sur como para recibirlos armados, además — interrumpió a su hijo que estaba por protestar — No parecen ser una comitiva larga, veremos cómo resolver esta visita de la manera más diplomática —

Chuuya suspiro — No te arrepientas después —

— Lo dudo — aclaró Verlaine — Oda, envía esta carta con nuestro mensajero, espero una respuesta favorable.

Oda asintió y se retiró.

— Lo único que te debería preocupar por ahora es arreglarte con el príncipe y prepárate para la ceremonia.

— No me estás diciendo algo — intuyó el príncipe.

— Sí — respondió su padre — Es una conjetura, así por ahora no necesitas saberlo —

Chuuya rodó los ojos y procedió salir cuando fue atrapado en la puerta una vez más por las palabras de su padre — Hablo en serio, arregla la situación con Dazai — y como por arte de magia los consejeros volvieron a ser visibles para el monarca que prosiguió a atenderlos.

Asintiendo y con todo el control corporal, menta y espiritual Chuuya salió sin azotar la puerta de la oficina de su padre, era demasiado temprano para lidiar con el monarca, una probable invasión del que solía ser un país enemigo y ahora su esposo al que no le hablaba por haber ido a sus espaldas con sus padres.

Pero un problema a la vez, lo mejor sería apresurarse con la ceremonia de matrimonio, así podría ir el mismo a ver la situación del reino de Ebony y qué asunto los traía al sur, por lo cual lo primero que tenía que hacer era ir a ver su padre.

Chuuya se puso en marcha recorriendo el palacio de un extremo al otro a toda prisa hasta que la vaga visión de un ondeante cabello rosa lo detuvo.

Para su sorpresa Yuan iba caminado muy alegremente del brazo de nada menos que de Dazai.

Surprise! 

No morí, sólo me volví un adulto de la sociedad, que dejó de funcionar por un rato...