El desayuno fue extrañamente agradable, puesto que los reyes de Saraton fueron realmente atentos y cuidadosos con Dazai, por el otro lado Chuuya a penas y tuvo interacciones con ellos, puesto que toda la atención se volcó en el otro príncipe, ahora lo que proseguía era arreglar la situación con Chuuya aunque eso estaba en segundo lugar entre su lista de actividades, la primera era por su puesto, averiguar quiénes eran "esas personas" que Lady Ozaki había mencionado y analizar que uso o posibles complicaciones podrían causar para sus futuros planes.
Sin perder el tiempo una vez terminado el desayuno Dazai pidió recorrer el palacio con su recién formado séquito para poder comenzar a familiarizarse con el ambiente cosa que Randou aceptó encantado, siendo el mismo el que le diera el tour, pero no sin antes mandar a su hijo con su padre. Los reyes habían notado la actitud de Chuuya y sobre todo sabían cómo manejar los ataques que su voluble hijo tenía.
Randou se encargaría de saber que pasó entre ellos, mientras paseaba a Dazai y Verlaine convencería o forzaría de ser necesario, a Chuuya a que se disculpara por lo que sea que hubiera pasado entre ellos, para que la ceremonia de celebración de su matrimonio se llevara a cabo lo más armoniosamente posible.
— Los recién casados no pueden durar mucho tiempo molestos — proclamaba calmadamente Randou — Entre más tiempo pasen juntos mejor se entenderán —
— Entiendo — decía vagamente Dazai poniendo el mínimo de atención al rey mientras grababa en su mente cada rincón del palacio — Me parece buena idea —
Randou complacido con la respuesta de Dazai se emocionó — Príncipe Dazai, creo que tu y yo nos entenderemos bien, ahora — hizo una pausa frente a una enorme puerta — Me gustaría mostrarle el invernadero — la emoción brotaba de cada poro de Randou — Fue un regalo que mi esposo me hizo cuando Chuuya nació —
Un escalofrió recorrió a Dazai, la forma en la que Randou mencionó el regalo por el nacimiento de su hijo hizo que una sensación de rechazo lo asaltara, había algo siniestro en esas palabras, aun no podía señalar que, lo único que podía hacer era mantenerse al pendiente de ese sentimiento, seguir su instinto y estar alerta.
— Solíamos pasar gran parte de nuestro tiempo aquí — mencionó Randou melancólico — Eso fue hasta que Chuuya creció y decidió entrar al ejército — lo ojos del monarca se humedecieron, extrañaba a su niño.
— Chuuya podría hacerse tiempo para venir aquí — dijo Dazai en un vago intento de confortar a su suegro pues se sentía algo algo incómodo con tanto detalle sobre su nueva familia.
— No — negó Randou — Chuuya es un niño grande — se burló de su hijo — Es hora de que la nueva generación disfrute de este lugar — proclamó como un presagio hacia Dazai, mientras lo invitaba a sentarse en una pequeña banca — Lo cual me lleva, Príncipe, si no es muy atrevido de mi parte, me gustaría que viera a nuestra doctora —
Dazai estaba tranquilo conteniendo el aliento y listo para contraatacar — ¿Hay algo malo conmigo? —
— Por supuesto que no Príncipe, mis disculpas —
— ¿Es un requerimiento que se aplica a todos los extranjeros? —
— No exactamente, verá, es una mera formalidad por la que todo consorte debe pasar — se alzó de hombros — Es para verificar en qué estado se encuentra y calcular cuando sería el momento preciso para la concepción —
La mirada de Dazai perdió su enfoque por un momento se sintió mareado — Claro... la concepción.
— Pero no debe preocuparse, no hay presión — le sonrió el rey.
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— Ahora lo entiendo —
— ¿No te estarás arrepintiendo? —
— Para nada — le contestó Ranpo a su hermana que lo veía melancólica, pues al igual que con Dazai, la monarca estaba a punto de despedir a su hermano mayor, con la diferencia de que él no se iba exactamente para casarse como le habían dicho a Dazai, ni se iba por mucho tiempo, en realidad iba a realizar un viaje de dos días.
El plan era simple, Ranpo llegaba con el anuncio de que, con la unión de los dos reinos de Erizel y la abdicación de su padre en favor de Akiko junto con su reciente unión a través de su hermano con el tercer reino más poderoso, era lógico que pasaran de ser un reino a un imperio, por lo cual era natural que al reino al que él se dirigía (Negerling) le rindiera pleitesía, una vez Erizel se declarara imperio.
Una jugada arriesgada, pero que bien realizada tendría enormes ganancias.
— Regresaré pronto —
— Espero que con buenas noticias —
— No tienes de qué preocuparte, es prácticamente un hecho —
— Gracias a Osamu —
— Si, gracias a nuestro hermanito — Ranpo hizo una inclinación de cabeza y se despidió de su hermana, partiendo hacia el reino vecino.
-x-
Lejos, apartado de todas las actividades del sur, en el lugar donde la luz de las estrellas brillaba más que el mismo sol, rodeados del blanquecino paisaje, se encontraba el contrastante castillo-fortaleza De Ebony, con una terraza que servía de vigilancia, sin temblar baja cada copo que caía sobre de él, Akutagawa se turbó en cuanto una ligera y fina figura se asomó a su lado, azotados por la fuerte ventisca, a penas y se distinguían entre ambos.
— Alteza — saludó con una reverencia.
— ¿Todo listo? — preguntó el monarca.
Acercándose hacia el hombre que vestía una capa y gorro totalmente blancos, Akutagawa se hinco y asintió — Estamos listos a partir en cuanto de la orden.
Fyodor sonrió satisfecho y con un movimiento de sus enguantados dedos dio la orden a chico de encender el fuego, señal que reuniría sus tropas y alistaría para partir hacia el sur.
Hola volví, y decidí que hay que acelerar la trama c:
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Laced [Soukoku-Omegaverse]
FanfictionEl rey soberano de la nación más poderosa de los 5 reinos había desaparecido, dejándolos completamente solos y a merced de las otras naciones. Omegavers. Alfa Chuuya. Omega Dazai.