Laced [Soukoku-Omegaverse]

Despedida [Parte 1].

— Querida tu comida esta fría ¿debería pedir que te traigan otro plato? —

— Para ser alguien al borde de la muerte — contestaba Yosano a su padre — tienes demasiado apetito — haciendo un gesto con su mano para que alguno de los sirvientes se llevara la vajilla vacía perteneciente al omega.

— Es un festejo después de todo, mi bebé fue el primero en casarse y con buen partido considerando lo apresurado de la situación, el príncipe Chuuya parece encantador — miraba Mori en dirección hacia los recién casados que parecían estar conversando amenamente en su mesa rodeados por los pocos invitados.

— Tú mejor que nadie sabe que se matrimonio es una farsa — soltó con amargura la monarca, mientras Mori tomaba un sorbo de su copa.

— Ese matrimonio es tan válido como el de cualquier pareja que se casa por amor, y es más que una simple ceremonia o espectáculo, es una unión que ejemplifica el poder, si es una farsa o se mantiene como tal sólo ellos lo decidirán, sin embargo, mi querida hija — hizo una pausa para beber más — es algo que no entenderás hasta que consigas pareja — sonrió juguetón — y en tu caso, más bien para tu reino — enfatizó el omega — este matrimonio es igual a la solidificación de tu señorío y no es ninguna farsa ente los ojos de todo los nobles presentes — Mori terminó de beber de su copa y llamo a uno de los sirvientes — retiren el plato de la reina y traigan algo ligero, su alteza aún debe nutrirse —

El sirviente asintió y se acercó a retirar el plato de Yosano con cierto temor puesto que recibir una orden del rey consorte, en un asunto que concernía directamente a la nueva monarca era algo extraño, esperando una especie de señal por parte de la reina para proceder con la acción, el sirviente tomó el plato con velocidad una vez que Yosano dejó de fulminarlo y muy a su pesar asintió.

— Un brindis — Akiko se levantó una vez el sirviente salió de su espacio personal — por mi querido hermanito y el príncipe Chuuya — las copas de los nobles se elevaron — deseo que tengan una vida prospera y llena de alegría para ambos — los sonidos de ovación no se hicieron esperar al mismo tiempo que todos procedían a brindar por la pareja, mientras Yosano terminaba con su discurso — el tiempo que tenga que durar — cerro, sumergiendo a todos en un silencio extraño lleno de una atmosfera pesada que envolvió a los asistentes.

La copa de Yosano rodo sobre la mesa una vez vacía, ignorando el ruido de los metales chocando con la copa, simplemente se giró hacia los guardias — su alteza ha cumplido con todas sus obligaciones, no debe desperdiciar más de su valioso y corto tiempo en nimiedades, es mejor que descanse — la monarca se acercó a su padre y le susurró — tu sueño pronto te encontrará, no quiero tener que lidiar con la conmoción que seguro causarás y por tu propio bien — tomo el hombro del omega y lo apretó — debo protegerte — terminó de hablarle — llévenlo a sus aposentos — ordenó a los guardias que enseguida asintieron.

Yosano pensó que Mori tenía razón, el sacrificio de Dazai era para reforzar lo que sería un nuevo reinado a su cargo, y como tal, ella tenía el poder de hacer lo que creyera más conveniente, como mantener a su padre a raya en los asuntos que ya no le incumbían o cuando simplemente la molestara demasiado como para seguir lidiando con él, por otro lado, lo que le dijo era cierto, Mori llevaba lejos de Fukuzawa demasiado tiempo y cada vez se le notaba más débil, por más que la molestara, era su padre y lo protegería apropiadamente.

Ōgai se levantó lenta y elegantemente sonriendo en todo momento, se acercó a su hija que yacía cómoda en su asiento y le dio un beso en la mejilla — como ordene majestad — le dijo con una reverencia para luego dirigirse a los invitados — amigos disfruten el resto de la fiesta — caminando con pasos lentos recorrió la corta distancia de su lugar hasta dónde se encontraban Chuuya y Dazai — Príncipe Chuuya, espero que tenga un regreso seguro al reino de Saraton, envíe mis saludos a sus padres, pero sobre todo espero que pueda mantener su promesa ahora que somos familia — volteó a ver a Dazai — mi hijo más joven es el primero en dejar el nido, no puedo evitar sentir un poco de nostalgia — acarició la mejilla de Dazai — confío en que podrán resolver este pequeño asunto sin dificultad —