Por una noche [Parte 1]

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La lucha había sido feroz, Randou había resistido como un campeón los incesantes ataques de su hijo, pero fue completamente vencido una vez su yerno intervino con la explicación de que el matrimonio aún no había sido consumado y sería mejor mantener las tradiciones y esperar a después del "gran evento" como había decidido llamar a la ceremonia que Randou preparó para ellos, que prometía ser una celebración en Saraton de la que se hablaría por generaciones.

Al diferencia del resto del palacio, las habitaciones no estaban construidas con ventanales de cristal, sino de sólido mármol que sostenían tragaluces que permitían que la luz de la luna rebotara en las blancas paredes e iluminara la estancia.

El tiempo estaba cambiando y las noches eran cada vez más frescas, sin embargo, el frío que la noche proveía era completamente aislado por las paredes que mantenía el calor dentro del castillo.

Habiendo dejado a Dazai en manos de su padre, Kouyou y Oda, o más bien si oportunidad de despedirse o tener algún tipo de contacto, Chuuya dejó el salón y se dirigió a su habitación encontrándose con una sorpresa.

Una vez entró pudo percibir a la visita que lo esperaba junto con el dulce aroma de una botella de vino recie abierta que inundó sus sentidos, después de todo Ozaki no lo había dejado beber demasiad y una copa más no le caería mal.

— Te extrañe mucho — lo recibió la cantarina voz de la chica.

Atravesando el espacio que los separaba, con una sonrisa cansada Chuuya llegó hasta ella, tomando la copa de vino que le ofrecía, sin decir nada, Chuuya terminó de un solo golpe el licor y procedió a quitarse las ahora estorbosas piezas de su atuendo de entrada nupcial, sintiendo el necesario aire que le había sido restringido por las capas de tela, deteniéndose solamente al momento de llegar a su camisa — ¿planeas quedarte hasta el final? — cuestionó Chuuya a la chica que lo observaba sin apartar la vista.

— ¿No puedo? —

— No debes — aclaró el príncipe con una suave voz, causando que la chica sonriera sin poder contenerse, no la estaba corriendo y eso era una buena señal. Había tomado una decisión peligrosa al escabullirse dentro de la habitación de Chuuya y las consecuencias de sus actos, de haber sido descubierta, le habrían costado, sino la vida, un castigo muy severo, pero aprovechando el revuelto que había causado la llegada de Dazai dentro del palacio, logró evadir a los sirvientes y sobre todo a Adam que creía haberla dejado durmiendo en su habitación.

Sin perder tiempo se decidió a mantener la conversación por un poco más de tiempo.

— Si me voy ahora podrían descubrirme —

— Si eso puede pasar —

— Podría quedarme un poco más, hasta que todos se hayan dormido —

— Podrías — contestó Chuuya.

Yuan sonrió ampliamente.

— Pero no lo harás — el príncipe jaló una cuerda que tocaba una de las campanas que llamaban al servicio, esta era la campana que llamaba a Adam sin la intervención de otro sirviente.

Yuan suspiró, aun había tiempo antes de que Adam llegara, no podía darse por vencida tan pronto — ¿te divertiste? Parecías muy cansado —

— No fue un viaje pesado —

— Y... — Yuan se detuvo sin saber si podía continuar con sus preguntas, la curiosidad por saber sobre aquel el que ella pensaba era una carga para Chuuya la invadía junto con un sentir de dolor traducido en celos, pensó un poco más y decidió evitar las interrogantes sobre el matrimonio del príncipe, pero en su lugar, su mente traicionera la hizo recordar la escena de ambos entrando — ese caballo — dijo un tanto indecisa sintiendo un sabor amargo en la boca.

Laced [Soukoku-Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora