Change • jb [Terminada]

III

"Hay muchas cosas que aún no conoces de mí."

La primera semana en mi nuevo instituto pasó bastante rápido. Me había podido adaptar con mucha facilidad a mi nueva vida en Stratford, y eso me gustaba. Aunque no dejaba de acordarme de mi antigua vida en España y de mi familia, les echaba de menos.

En Catlin y los chicos había encontrado un gran grupo de amigos. Ellos eran fantásticos y te hacían reír al instante. No podías decir más de dos frases seguidas sin soltar una carcajada. Esa era la consecuencia de estar cerca de ellos.

Habíamos quedado todos juntos un par de veces más y estas salidas habían sido incluso mejores que la primera.

Ahora mismo iba de camino a la casa de Justin. No penséis nada raro, solo habíamos quedado para hacer un trabajo de español. En cuanto la profesora mencionó que sería en parejas a Justin le faltó tiempo para pedirme que lo hiciéramos juntos.

Talk Dirty de Jason Derulo resonaba en mis auriculares, haciendo que me entrasen ganas de empezar a bailar. Aunque me contuve, no quería montar un espectáculo en medio de la calle. Pero ese era el efecto que tenía Jason Derulo sobre mí, adoraba a ese hombre. Y no solo por la música.

Pocos minutos después ya había llegado a la calle en la que Justin me había dicho que vivía. No estaba muy lejos de casa, por eso cuando Taylor se ofreció a llevarme yo rechacé la oferta. Esta zona era algo distinta a la mía. Por mi vecindario solo habían casa, en cambio aquí todo eran mayormente bloques de pisos.

Fui mirando los números de los edificios hasta dar con el de Justin, el 38. Al entrar el portero me recibió con una sonrisa amable que yo correspondí.

Tras subir unos pocos escalones llegué hasta un gran ascensor, a su derecha pude ver las escaleras. Me quedé parada unos segundos, pensando que opción escoger.

Sí, era claustrofóbica.

Sí, una vez me quedé atrapada en un ascensor.

Y no, os aseguro que no es nada bonito. Esa sensación de asfixia era lo peor que había sentido en mi jodida vida.

Pero entonces recordé algo. Justin vivía en la séptima planta. Así que ahora tenía dos opciones: Subir al ascensor y quizás morir asfixiada o subir andando y seguramente morir de asfixia.

Me acabé decantando por la primera opción. No tenía porque pasar nada, ¿verdad?

Subí al maldito cacharro y pulsé el botón con el número siete. Cerré los ojos e intenté controlar mi respiración mientras esperaba que el ascensor se detuviese y abriese sus puertas.

Después de lo que me pareció una eternidad sentí un "clin" y salí de allí lo antes posible. Caminé hasta la puerta y llamé al timbre. Al otro lado de la puerta se escucharon unos pasos aproximándose. Para mi sorpresa cuando abrieron Ryan se encontraba al otro lado de la puerta. Llevaba una camiseta verde con letras en azul y unos jeans caídos, una gorra, sus supras y una tabla de skate.

—Hey Lena —Me sonrió y depositó un beso en mi mejilla

—H-hola, y-yo no te esperaba aquí.

—¿Por qué no? —Carcajeó— Es mi casa, pero si no querías verme, hubieras llegado cinco minutos tarde, yo ya me iba...

—Espera, no es eso Ryan —Le interrumpí confundida— ¿Tu casa? —pregunté con mi ceño fruncido y él asintió—¿Vives con Justin y su familia?

—¿Familia? —Carcajeó aún más y yo crucé mis brazos esperando una explicación— No creo que el tonto de mi amigo no te dijera que vivíamos los dos solos...