Change • jb [Terminada]

XX

"Adoraba cada centímetro de su piel"

Bostecé por tercera vez en unos quince minutos. Tenía la venta abierta, tal y como Justin me había ordenado —más bien exigido— y estaba haciendo todo un esfuerzo por no dormirme.

Trataba de encontrar alguna explicación para lo ocurrido, pero sinceramente no tenía ni la más mínima idea. Más que una situación cotidiana, esto era un maldito rompecabezas.

Miré mi reloj. Marcaba casi las doce y media de la noche. Caminé despacio hacia mi cama para acostarme de nuevo pero me asusté cuando escuché algo detrás de mí. Me giré rápidamente y me encontré con Justin en pantalón de pijama y una sudadera saltando mi ventana. Vino hasta mí y se inclinó para darme un beso, pero le esquivé. Estaba enfadada con él.

—No ahora, lo siento. —Le advertí apartándome de él.

—Lena. —Suspiró.

Sabía que quizás estaba siendo demasiado dura, pero no me daba la gana de que me hablase así y no me explicase nada. No era su objeto.

Nos quedamos mirándonos el uno al otro fijamente durante unos segundos que para mí fueron eternos, en completo silencio. Necesitaba que hablase y me explicase de que iba todo eso y no iba a parar hasta obtener algo.

—¿Qué está pasando, Justin? —Me decidí a hablar y él solo agachó su mirada.

—Verás... es algo que ahora mismo no puedo explicarte, pero prometo hacerlo más adelante. ¿Has visto algo extraño antes de que yo llegara?

—¿Más adelante? —pregunté casi incrédula—. ¿Cuándo? Necesito saber que pasa, esto ha sido realmente raro.

—Prometo hacerlo más adelante, confía en mí, por favor. —Me suplicó mirándome a los ojos.

No sé por qué razón —quizás porque le quería más de lo que pensaba— decidí dejárselo pasar y no preguntar nada más a pesar de la tremenda curiosidad que sentía. Quizás era mejor no forzar las cosas y que él me lo contase más adelante.

—Está bien —claudiqué y una sonrisa se abrió paso en su rostro.

—¿Me das mi beso ya? —preguntó haciendo un puchero, viéndose más adorable.

¿Cómo negarle un beso? Simplemente, no podía hacerlo.

Me acerqué a él y ahuequé sus mejillas con mis manos. Paseé mis pulgares por sus suaves mejillas y luego presioné mis labios con los suyos.

Me separé de él sonriente y recorrí con mi mirada su cuerpo; empezando desde sus ojos mieles que te hipnotizaban hasta sus zapatillas de estar por casa color azul.

—¿Son esos unos pantalones de Mario Bross? —Fijé mi vista bien en sus pantalones y él se echó a reír.

—Me los compra mi abuela —dijo risueño—. Ahora dime Lena, ¿viste algo extraño después de mi llamada?

—Uhm, ahora que lo dices, cuando me colgaste vi un coche oscuro pasar delante de mi casa bastante rápido. Pensé que sería algún vecino —dije inocentemente.

—¿Estás segura de que solo se trataba de un vecino? —Insistió.

—No, por eso apunté su matrícula —Me dirigí hacia el escritorio y arranqué la hoja donde tenía apuntada la matrícula en la libreta vieja y volví hasta Justin—. Ten.

Cogió el papel con cuidado y comenzó a mirarlo curioso, con su ceño fruncido.

—Está bien, has sido muy inteligente al hacer esto —Besó mi frente y me abrazó—. Pensé que...