"¿Sabes lo mal que lo he pasado pensando qué demonios te pasaba conmigo?"
Pensar. A veces pensar es malo. Sobre todo cuando terminas pensando demasiado. Piensas tanto que sientes como si la cabeza te fuera a explotar porque tu mente va a mil por hora e intentas dejar todo de lado y no pensar. Te dices a ti mismo que debes salir para despejarte o escuchar música, incluso hay gente que pinta o práctica yoga para relajarse, pero siendo sinceros, en algún momento del día todo vuelve a ti sin poder evitarlo.
Es masoquista, lo sé, pero así somos.
Y sigues pensando y te das cuenta de toda la mierda que te rodea. No le encuentras sentido a nada y por supuesto nada tiene lógica alguna. Piensas, piensas y analizas todo lo que ha ido pasando últimamente y te odias a ti misma por los errores que has cometido. Pero esos errores, son errores de los que aprendemos. Si no es a la primera, será a la segunda o tal vez a la tercera. Pero finalmente terminamos aprendiendo. Y si miras hacia atrás no es para acordarte del pasado, es para ver lo que hiciste mal y no volverlo a hacer.
En tu mente se repite: "¿Por qué a mí?", "¿qué hice para merecer esto?" y miles de preguntas más a las que intentas buscar respuesta.
Mi consejo es que dejes de hacerte esas preguntas, nadie te va a responder. Solo el tiempo te dará esas respuestas en un futuro y entonces comprenderás todo.
En mi caso, en mi mente se repetía una sola pregunta últimamente: "¿Por qué tuvo que ser él y no otro?"
Cinco malditos días. Cinco interminables días hacía que no hablaba con Justin desde el beso que nos dimos.
¿La razón y el por qué? Preguntadle a él, porque yo había intentado acercarme a él y seguir con nuestra relación normal. Aunque ahora que lo pensaba, de normal no tenía nada.
¿Qué pensabas?, ¿qué después del beso todo iba a seguir igual? Ja, se burló mis subconsciente.
Pues él se lo pierde.
Suspiré y miré a mí alrededor. Estaba en el jardín de mi casa sentada en una de las sillas que teníamos en la zona del merendero, leyendo uno de los libros que mi Taylor me había regalado. Él sabía perfectamente mi amor hacia la lectura. El día estaba soleado y me encantaba leer sintiendo como los rayos de sol penetraban mi piel.
Mis ojos se abrieron como platos al leer un verso del libro que estaba leyendo.
"Nadie escoge a su amor, ni el momento. Nadie escoge el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la persona."
¿Sería esa la respuesta que estaba buscando?
—Lena, ya están aquí —La voz de mi madre hizo que saliera del trance en el que me encontraba sumergida hacía ya bastante rato.
—Diles que pasen, por favor —Cerré mi libro y caminé hasta la piscina.
Anduve despacio bordeándola y me puse de cuquillas. Miré mi reflejo en el agua impoluta y sin pensarlo metí una mano. La moví haciendo que las ondas se expandieran a lo largo de toda la piscina. Transmitía paz y me encantaba.
—¿Y si te empujamos?
—Ni se te ocurra —Me levanté y me volví para encarar a Christina y Caitlin.
—Tranquila Lena, no la dejaría —Me saludó Cait con dos besos—. Terminaría ella antes en el agua
—Oh, vamos, solo bromeaba —Se quejó Christina con un puchero y nosotras dos reímos.
—Nadie tirará a nadie —dijo una voz masculina—. No me apetece tener que salvarte dentro de esa agua helada.
Me giré para ver a un sonriente y atractivo Taylor apoyado en la puerta que daba al interior de la casa. Sabía que era muy competitiva y quería picarme.
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Change • jb [Terminada]
Fanfiction"Dos almas no se encuentran por casualidad" Idea original de @mariabieberlady. Todos los créditos de esta historia van para ella, yo solo la sigo. Portada: theGirlSwag_ Fecha de inicio: 22 de junio de 2015. Fecha de finalización: 10 de noviembre de...