Change • jb [Terminada]

XII

"...ansiaba probar de nuevo sus labios."

Justin's POV:

—Pero no te preocupes, que yo he terminado con todo esto. Que te vaya bien —Noté como contuvo las ganas de llorar y comenzó a caminar en sentido opuesto.

—Lena... por favor... —susurré pasando la mano por mi pelo. Estaba harto de la situación.

Tenía ganas de ir hasta ella y besarla. Besarla hasta gastarle los labios, esos malditos labios en los que llevaba pensando desde la primera vez que los probé.

Estaba estático en el sitio, quería ir tras ella y pedirle perdón por haberme comportado como un tremendo idiota estos cinco días. Ella no se merecía pasar por eso, y sin embargo hice que pasara.

Había algo de ella que me pedía a gritos que me quedara a su lado y la hiciera mía y otra parte que me decía lo contrario; que me alejase de ella para no traerle problemas.

Vi cómo se tambaleaba al andar y como sus rodillas se flexionaban. Joder, se iba a caer.

—¡Lena! —grité

Corrí hacia ella como un rayo sin pensármelo dos veces y la atrapé entre mis brazos milésimas antes de que su delicado cuerpo se golpeara contra el duro asfalto. Mi corazón latía desbocado y mi respiración se enganchaba en mi garganta.

—Lena, por favor... —La moví lentamente para que reaccionara— Despierta, vamos... nena... por favor... —Suspiré frustrado al no obtener ninguna reacción por su parte.

La gente comenzaba a mirarme extrañada, pero yo estaba totalmente bloqueado por la situación, estaba demasiado preocupado por Lena, mucho más preocupado que por la gente. Así que sin perder ni un segundo más la acomodé mejor entre mis brazos, me levanté del suelo con ella y caminé hasta mi coche. Abrí la puerta del copiloto y la posé delicadamente en el asiento. Estaba ardiendo, joder.

¿Qué demonios hacía ahora? ¿La llevaba al médico? ¿A su casa? ¿Llamaba a su madre? Estaba totalmente hecho un lío.

—Dios... Lena... despierta, por favor... —Volví a moverla suavemente, sin obtener respuesta alguna de nuevo.

Estaba comenzando a alterarme aún más cada segundo que pasaba, no tenía ni idea de que debía hacer y Lena seguía sin dar señales.

Mi corazón casi dio un vuelco cuando escuché un leve quejido salir de su boca y comenzó a moverse en el asiento de cuero de mi coche. Estaba despertándose.

—Lena, por fin —susurré en voz baja—. ¿Estás bien?

—J-Justin —Soltó un susurro y abrió sus enormes ojos que me escanearon por completo—. ¿Qué ha pasado?

—Te has desmayado —murmuré y ella tragó saliva.

Parecía que todavía estaba en shock. Intentó levantarse del asiento haciendo una mueca de dolor y llevó sus manos a su cabeza.

—Joder, mi cabeza —Permaneció callada unos segundos como si estuviese intentando ordenar su mente—. Justin, déjame salir, tengo que irme a casa.

—No, no te muevas, no estás bien —La recosté de nuevo en el asiento y ella me miró mal.

—Justin, déjame —Volvió a incorporarse del asiento pero yo le bloqueé la salida.

—No —Sacudí mi cabeza dejando claras mis intenciones—. Voy a llevarte al hospital —Desbloqué la puerta para dirigirme al asiento del conductor, pero me agarró de la muñeca haciendo que frenara.

—No, no vas a llevarme al hospital.

—¿Por qué? —Alcancé sus ojos grisáceos con mi mirada.