Comida Real

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...::::: Heredero ::::...

-Art, deberías pasar más tiempo afuera. Yo sé que los asuntos del reino son una prioridad, pero también deberías hacer algo que te agrade.- le aconsejó su madre al joven príncipe, quien había estado encerrado en su estudio los últimos días, planeando formas de comunicarse con la gente directamente sin que los nobles interfirieran.

-Lo sé, pero también necesitas ayuda.- le recordó el sin dejar de escribir cartas a uno de sus asesores.

-Ni me hagas ordenartelo.- le contestó la reina dándole una mirada que lo  hizo retirarse de la habitación.

El príncipe salió a dar una vuelta por pasillo, tal vez en unos minutos su madre se iría de su estudio y él podría regresar. En su caminata se encontró a su cuidadora de joven quien le informó que la princesa se encontraba entrenando, eso le dio la idea de ir a la zona Norte para entrenar tiro con arco con Cass.

Al llegar a la planta baja vio a unas doncellas llevando una tarta de frutas hacia la zona principal. Esa tarta hizo que su estómago rugiera, hacia un tiempo que no comía, tal vez podría ir a la cocina primero.

Cuando llegó a la puerta de la cocina, se encontró a algunas doncellas cortando verduras en las mesas de preparación, probablemente para la comida de la familia real. El príncipe no quería entrometerse con el trabajo de las doncellas, lo mejor era prepararla el mismo.

Al entrar a la cocina las doncellas hicieron una reverencia al notarlo.

-Su alteza,¿ Desea comer algo ? -le preguntó una mujer de avanzada edad que picaba zanahoria.

-No, me preguntaba dónde están las frutas.-le dijo.

-¿Quiere que le sirva fruta ?-volvió a preguntar la anciana.

-No, solo quiero saber dónde están las frutas- le contestó.

-Están del otro lado de la cocina.- le indicó señalando una esquina en la que dos jóvenes estaban trabajando.

El heredero se acercó a la zona sin querer asustar a las damas por su aparición.

-Buen día, ¿Qué frutas hay?- les preguntó.

Las dos chicas volvieron y él se encontró con dos caras familiares, Cass y Regina. Regina llevaba un vestido sencillo morado y la princesa uno rosa, un poco menos bombacho de lo que acostumbra siempre; ambas chicas se habían puesto delantales blancos para evitar mancharse de la fruta que estaban picando.

-Hermano, que agradable sorpresa.- lo saludó la princesa con un abrazo.

-¿Puedo unirme a ustedes ?- les preguntó el joven.

-Claro !- le contestó su hermana tomándolo de la mano y arrastrándolo hacia la sanadora, quien le hizo una reverencia.- Le vamos a llevar fruta a Hartier. Regina insistió en prepararle verduras para que se recupere más rápido, pero pobre Hartier, mejor unos higos.

- ¿No le preparan de comer a los heridos en la zona este ?- cuestionó el heredero.

-Es para animarlo, los higos ayudan a la recuperación de los huesos.- le contesto Regina mostrándole un higo.

-Entonces ¿No deberías comerlos tú también ?- la cuestión el príncipe .- ¿Ya estás mejor ?

-Sí, no me fracture el hueso.- murmuró la joven volteándose para preparar los higos.

-Basta de hablar, ayúdanos- le dijo la princesa entregandole un delantal.

Cass colocó un pedazo de madera, un cuchillo y 3 higos enfrente de su hermano. Él empezó a cortar, aunque no tenía idea de cómo cortarlo ¿a la mitad ?

Distintos horizontes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora