Sospechas

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<[——-Guardia———)]>

Esa tarde Hartier había  recibido una carta de Ellen en donde le comentaba que se encontraba en la zona más cercana al río Kenton, y también le mencionaba su preocupación de estar ahí debido a que no parecía que a los campesinos les agradara su presencia, su amiga esperaba que los políticos se involucraran más en el asunto para ayudar a los guardias. 

Él se preocupó por Ellen. Ella lo había recibido el día que entró al palacio y no lo había dejado solo hasta el día que se fue, esperaba que no le pasara nada malo.

Ahora el guardia se encontraba solo en el castillo y con la obligación de  ayudar a la princesa, lo único bueno de eso era que ya no tenía que hacer su patrullaje nocturno y por lo tanto podía  descansar o practicar lo que él deseara en la noche. Esa vez él decidió  ir a entrenar sus tiros con el arco.

En el zona Norte  del castillo había  una área para entrenar al aire libre que consistía en un enorme jardín con un rectángulo de tierra aplanada en donde practicaban los guardias; también había un salón de entrenamiento amplio y techado con enormes vidrios que permitían la entrada de la luz del sol o en este caso la de la luna; y si atravesabas el area techada y caminabas por  un pasillo llegabas al pequeño jardín donde entrenaba Hartier con la princesa.

Él se encontraba en el salón techado, había puesto varios bultos de paja en frente suyo para simular blancos y practicar sus tiros. Hasta el momento no  había logrado que ninguna de sus flechas dieran en el centro, quería culpar a la noche, pero sabía que era su falta de habilidad.

-Espero no sea eso lo que le enseñas a mi hermana- le mencionó un joven que entraba al salón, tenía el cabello castaño claro desordenado y la camisa desabrochada, se veía cansado.

-Su alteza, como podría- se inclinó el guardia.

Lo que le faltaba, ahora el príncipe heredero sabía sobre su falta de habilidad en el arco.

-¿Por qué no pruebas tirar con el otro lado?- le sugirió el príncipe.

-A sus órdenes, alteza.

El guardia cambió el arco de mano e intentó acertar al blanco, fallando.

-mmm creo que falta práctica, pero ¿estás seguro de que el ojo derecho es tu ojo dominante ?-le preguntó el príncipe.

Cuando el guardia había aprendido a tirar al arco solo había imitado a su entrenador y a Ellen, recuerda que se acomodó más viendo con el ojo derecho.

-Intenta observar con ambos ojos, cerrando un ojo a la vez, y observa con cual ves mejor. Cuando consigas tu ojo dominante será más fácil practicar-le dijo el príncipe tomando un arco.

El heredero se puso de costado, tomó la cuerda del arco entre sus dedos, colocó la flecha en la cuerda y con un movimiento elegante se posicionó para fijar su objetivo, dio un respiro y soltó la cuerda. La flecha se enterró  en el centro de un monto de paja.

-En el blanco, es increíble con el arco alteza.-lo felicitó el guardia.- creó que usted debería ser el que le enseñe a la princesa.

-Oh no, no se librará de la tarea guardia, mi hermana está bajo su responsabilidad- le contestó el príncipe.

-Creo que ha mejorado mucho, su resistencia es buena y ya sabe lo básico, se puede defender- le informó el guardia.

El príncipe dejó el arco en su lugar y empezó a caminar hacia el guardia.

-Creo que usted es un hombre de confianza-le dijo mirándolo a los ojos - le confiaré algo, ¿sabe usted la opinión de los nobles sobre la princesa  Cassnida?

Distintos horizontes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora