EL REGRESO

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Trato de descansar en la penumbra de una de las alcobas en el Reino Oscuro, las flamas de las velas proyectan sombras inquietantes sobre las paredes de piedra. El aire estaba cargado de misterio y antigüedad, como si los siglos hubieran dejado su huella en cada rincón.
Pero no puedo, no logro conciliar el sueño, me levante de la cama y observé de nuevo el legar, había ventanales enormes, pero todos estaban sellados por enormes barrotes, así que fui en dirección a la pequeña ventana y subí en el escalón que está tiene. La luna llena se ve a través de las pesadas cortinas, pintando también mi piel pálida con un resplandor plateado. Mis dedos rozaron el cristal frío mientras observaba el bosque que se extendía más allá de los muros del castillo. Decidí abrirlas logrando que el aire golpeara mi rostro. Los sonidos entre los árboles me tenso un poco, pero no había más que pensar, de seguro era Cyrus en el bosque.

—"Verena," — susurró Cyrus, su voz ronca como el viento nocturno estaba etrás de mi, mis ojos se abrieron de golpe al oír su voz ¿cómo entró sin hacer ruido?.

—¿Maldición cómo es que entraste así? — cuestione impresionada y asustada.— Cyrus, tienes que descansar..— dije preocupada.

—Toque, pero tal vez lo hice muy bajo— susurro de nuevo.

—Descuida — inhale y exhale profundo tratando de volver mi alma al cuerpo. Cerré la ventana y gire a verle con una sonrisa.

—"Perdón, no debería estar aquí." —dijo avergonzado y camino hasta mi, sus labios estaban entreabiertos.

—"¿Por qué no, Cyrus? Es tu reino, tu refugio."— acaricie su brazo un poco. — pero debes descansar.. — alce mis cejas y él chico solo sonrió. Cyrus está muy cerca de mi rostro.

— "Porque soy un monstruo y es luna llena"—confesó. — tranquila, yo estoy perfecto linda— acarició mi mejilla—es solo que ahora soy un ser atrapado entre dos mundos.. — reí un poco y el chico frunció el ceño, solo alce mis hombros.

—No me asusta que seas un hombre lobo Cyrus.. no eres un monstruo — acaricie su amplio pecho. — no para mí.. — sonreí y él toco mi mentón.

El peli negro fue acercando su rostro con lentitud hasta que sus labios primero rozaron los míos y al fin se juntaron por completo, el beso es lento y suave, mis manos estaban en su pecho y las suyas una en mi cintura y la otra detrás de mi cabeza

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El peli negro fue acercando su rostro con lentitud hasta que sus labios primero rozaron los míos y al fin se juntaron por completo, el beso es lento y suave, mis manos estaban en su pecho y las suyas una en mi cintura y la otra detrás de mi cabeza. En segundos el beso aumentó sus movimientos, ahora son desesperados y llenos de deseo por pasarte de ambos. La alcoba está en total silencio, lo único que podíamos escuchar nosotros eran los sonidos bajos que salían de nuestras bocas. Sus labios bajaron lento hasta mi cuello, dejando una línea de besos igual a la de las estrellas cuando se alinean en el cielo. Mi mano fue a la parte trasera de su cuello y las suyas bajaron por mi vestido, alzándolo un poco para meter su manos, acariciar mi piel y apretar mis glúteos, en segundos me elevo para que rodeara mis cortas piernas en su cintura, ambos sonreímos y continuamos besándonos. El calor en la habitación aumenta y mis ganas porque continué tocándome también. Camino hasta la cama y me dejo en ella, pero antes de que intentara subirse sobre mi, me hinqué y comencé a quitar su saco y todo aquel accesorio que pudiera estorbarnos con paciencia, sus ocuros ojos estacan mi rostro y manos, observando la habilidad que tienen para desnudarlo.
Al fin solo tenia la camisa blanca, comencé a desabotonarla lento mientras me acercaba para besarlo de nuevo, su mano estaba en mi cuello dándole un mejor soporte a nuestros labios. Sonreí al ver su pálido y marcado pecho y abdomen frente a mí a pesar de aún tener la camisa. Me giro para quitarme el corto corset desprendido el listón de los ojales lento, mientras dejaba besos en mi cuello y hombros, quitando al fin mi vestido blanco y dejándome solo con la tela delgada del top y falda hasta las rodillas que va antes del frondoso vestido con mangas campesinas. Sus ojos me admiraron de arriba a bajo y los clavo en mis pequeños senos que podían notarse en la delgadez de la tela. Sonrió y dejó un beso en mi frente para ahora si recostarme sobre la cama y subirse en mí con delicadeza. Los besos continuaron y nuestras caricias se hacían más profundas al igual que nuestros jadeos. Su mano está apretando mi trasero y la otra bajando el top para lamer mis senos, no pude evitar gemir al sentir como juega con ellos. Mientras mis manos se aferran a su oscura y espesa melena. Cyrus comenzaba a excitarse más, podía sentir su enorme bulto rozar con mi zona. Se separó unos segundos de mí y sonrío mientras quitaba su camisa de golpe. Mi interior ardía deseaba que lo hiciera ya. Clave mis uñas en su espalda con fuerza haciendo que gimiera mucho más alto por el dolor de sentir su mordida en mi pecho. Pero ni siquiera me importó el dolor, sentirlo alertó mi deseo y placer. Pero el paro y cubrió mis senos, hundiendo su rostro en mi pecho y suspiró. Observé la escena confundida, agitada y triste.. tal vez se arrepintió. Cyrus tomó una profunda bocanada de aire antes de hablar.

EL OTRO MUNDO 🌌 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora