TODO VUELVE A LA NORMALIDAD..

2 1 0
                                    

— Me emociona bastante verte de nuevo aquí Verena — Acela no ha dejado de consentirme desde hace dos días que llegamos, se que sintió mi ausencia y aunque ella sabía que esto algún día pasaría, se preocupó por mi.

— Y a mí también Acela, en verdad muchas gracias por todo — sonreí y volví a abrazarla. — ¿irás a la librería?

— Si, de hecho hoy llegará mercancía nueva — dio pequeñas palmadas con emoción. — antes de que te fueras a Haumea, a la semana llegó el autobús con los nuevos paquetes, lo que me vi para acomodarlos.. si no haya sido por ese chico alto y rubio que era tu novio y por su primo castaño y otros dos chicos, muy lujuriosos por cierto.. — ambas reímos, estoy segura de que habla de Sasha y Koen. — bueno el punto es que ellos me ayudaron a acomodarla cuando venían aquí para saber si tenía alguna información de ustedes.

— Me imagino que debió ser muy estresante y doloroso para ellos no saber nada de Nei y de mi. — me encogí de hombros.

— Bastante linda.. un día me encontré a Victor llorando solo. — hizo un gesto de pena y tristeza.

— Mi rubio.. — respire profundo— todo lo que tuvo que sufrir y yo tratando de sobrevivir en un lugar tan hermoso pero extremadamente peligroso. — sonreí y moví mi cabeza tratando de olvidar que casi muero más de una vez.

— Me alegra saber que pudieron salvar su mundo hija, espero algún día puedas contarle más sobre el — se acercó a mí y me estrechó una taza de café, la tome y Acela acarició mi mejilla.

— No te contaré nada — sonreí y ella abrió su boca en asombro y tristeza— debes venir conmigo mamá Acela — sonreí, a la mujer le brillaron los ojos tan lindo al escucharme decirle mamá.

— ¿Eso es posible? — cuestionó emocionada. Yo asentí y ella sonrió llena de gozo y alegría en su rostro.

—Creo que ese sería mi regalo como agradecimiento por cuidarme por diez años mamá — tome su mano y le regalé un beso. — al menos ya no eres gruñona — reí un poco y la mujer me miró indignada.

— Lamentó tanto haber sido tan dura contigo Verena, pero me di cuenta que te necesito más que tú a mi en esta vida — pude ver como sus ojos se aguaron. — un mes sin ti fue lo peor que pudo pasarme.. ¿sabes por qué me hacia la dura contigo? — sus lágrimas comenzaron a salir, negué afligida por verla así y me aferré a su mano. — porque no quería encariñarme contigo, siempre supe que algún día tendrías que irte de mi lado y es por eso que desde el día uno que llegaste a mi vida, tan indefensa con una pequeña flor en las manos y me la entregaste aún llorando y sollozando porque tú madre te había dejado en la puerta de esta casa junto con un morral que contenía el libro y una carta dentro de este, no podía crear un vínculo contigo.. me iba a doler bastante soltarte — dejó un beso en mi mano mientras yo lloro también — pero aún así.. fingir que no sabía de ti y ver llorar a los que te aman linda, me hacían sentir una mala madre por no demostrar que sufría tu ausencia.. pero era todo lo contrario Verena, te amo como a la hija que jamás pude tener y le pedía a la vida poder verte de nuevo y que regresaras algún día sana y salva..— sonrió y mordió su labio evitando soltar el sollozo. — se que eso no era motivo para tratarse de esa manera pero..

— Yo también te amo mamá y aunque sufrí demasiado que por años me despreciarás un poco — reí quitando mis lagrimas — o me tratarás mal, jamás voy a juzgarte, estoy agradecida porque contigo, me diste un techo, comida y estudios.. — las lagrimas volvieron a salir, ella me jalo con cuidado a su cuerpo para que la abrazara.

— Te adoro linda, esta siempre será tu casa — beso mi cabeza y ambas sonreímos. — Ahora desayuna que ya es hora de ir a clases — acarició mi mentón y volvió a darme ese cariño y amor que por algunos años de niña lo deseaba.

EL OTRO MUNDO 🌌 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora