Sentados y parados alrededor de una pequeña mesa circular, Nore examinó a todos los presentes en la habitación de piedra y madera. Si sabían luchar, la superaban en número y si no la magia de uno de ellos bastaba para inmovilizarla sin esfuerzo.
–¿Sí entendiste?– Le preguntó Verena.
Más o menos, pero asintió. No pudo comprender cómo era tan fría. No eran más que conocidas, no estaban cerca de ser amigas ni de llevarse bien, pero se trataba de empatía. Para bien o para mal, habían crecido juntas y a ella no le había importado estamparla contra la pared, marearla o saturarla con la información. Menos ser tan grosera como siempre.
–Sí– respondió de todos modos asintiendo–. Pero sigo con dudas.
–¿Cómo?– Preguntó Kenna, la chica pelirroja y Dama del Iris.
Según lo que habían dicho, los titulos estaban repartidos de acuerdo a sus casas, diferenciadas por el elemento predominante en sus talentos o la posición lunar que representan. Son jóvenes hijos de los líderes o personas que se han destacado por su poder que responden ante el regente y matriarca. En este caso, son doce los que forman la comitiva de Verena y otros doce quienes forman la de Hael, seguido de dos representantes quienes son el consejo de cada uno de estos siendo un total de sesenta y seis personas más doce representantes de la comunidad y otros doce generales, cuatro de cada país del continente.
Y todos la miraban.
–¿Cómo funciona la maldición? ¿Qué hizo que el volcán ese respondiera y qué tiene que ver?
Verena se sentó frente a ella.
–La maldición no funciona porqué los descendientes de Elysian son los mismos que los de Airus. Al menos que cometan suicidio o sean masoquistas es obvio que hay un problema que aún no tenemos claro, por eso necesitamos que hagas una leve regresión. Tú sangre debería llevarnos a un punto en el que el hechizo nos de pistas.
–¿Cómo terminé hasta dónde estoy si, se supone, soy miembro de la casa real?
–La hermana de Airus se encargó que el hijo de Arcane fuera un miserable. Arcane sabía que su nieto no estaría bien con su hijo y se lo dió a Tinubiel.
–¿Y qué pasó con Arcane y Tinubiel? ¿No sé llevaban mal?
–Al contrario– sonrió una representante rubia de la casa menguante–. Eran hermanos en su máxima expresión. Ni las diferencias ni lejanías impidieron su unión.
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¡Se estaba muriendo! ¡Se estaba muriendo!
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Génesis De Imperio: Precuela [Saga Elementos]
FantasyLa Emperatriz Oscura es conocida por su maldad y perversidad. Hace años, fue conocida como la más joven e intrépida marinera del imperio. Hoy, como la mujer más letal del siglo. La maldición corre por las venas de la tierra de Diamond pudriendo todo...