—Ese fue un beso de verdad... y no fue un impulso.
De tan sólo recordar sus palabras siente que se hunde en un mar de vergüenza. Todavía puede sentir esos labios feroces sobre los suyos, siente la calidez y las ansias mezcladas en una sola cosa.
No supo cómo mirarlo a la cara después, y sin embargo Naruto podía actuar con tanta naturalidad. Podía entender que para él aquello no era nada nuevo. ¿Besar a una chica? pff, pan comido. En cambio, para Hinata todo era distinto. Podía entender ahora la diferencia entre un simple roce y un beso verdadero, y aunque no quiera admitirlo en voz alta, Naruto tiene razón, Hinata no supo lo que era un beso real hasta ese momento.
Y sólo ella sabe lo mucho que le ha costado dejar de pensar en ello.
Simplemente no podía quitárselo de la cabeza, no podía olvidar la forma en que tomó sus labios y en cómo tocó su cuerpo. No podía olvidarlo, no estaba segura de poder hacerlo.
—¿Entonces ese fue mi primer beso de verdad? —susurra viendo sus mejillas enrojecer frente al espejo. — Dios... —inmediatamente después sus manos tibias se posan sobre su rostro, no podía ser posible que con solo mencionarlo tuviera ese tipo de reacción tan bochornosa.
Respira hondo antes de realmer sus labios con nerviosismo. Lo que menos quiere es ponerse en evidencia frente a Naruto, por alguna razón para él no es difícil notarlo. Sabe que una vez que vea que se siente avergonzada por algo se burlará de ella en su cara porque es lo mejor que sabe hacer.
«Después de besar...»
—No Hinata —se regaña a sí misma. — Ya basta. Deja de pensar en eso.
—¿Dejar de pensar en qué?
Un escalofrío recorre su columna al oír la voz de Naruto detrás de ella. El aroma a jabón inunda sus fosas nasales cuando él se muestra demasiado cerca de ella.
—Na-Nada —titubea, pudiendo ver a través del reflejo a Naruto muy cerca de su rostro. Él la mira con curiosidad, sus grandes ojos azules la observan a la espera de una respuesta pero por supuesto Hinata no le dirá en qué está pensando.
—¿Segura? —sus rubias cejas se alzan sobre su frente. — Me pareció oírte hablar con alguien.
—¿C-Con quién iba a hablando? —una risa llena de nervios se escapa desde lo profundo de su garganta. La expresión de Naruto no cambia y Hinata necesita con urgencia que tome distancia.
—Hmmm, sí, ¿verdad? —Naruto asiente y aleja su rostro. Sólo entonces Hinata respira con un poco más de tranquilidad.
Sus ojos siguen cada movimiento que hace Naruto después, hasta que comienza a buscar lo que se pondrá aquel día. Inmediatamente regresa su atención hasta el espejo, peina su cabello con sus dedos y lo acomoda por enésima vez dejándolo exactamente igual a como estaba antes.
Busca el brillo labial con sabor a fresa entre sus cosas cuando sabe que se encuentra lista para ir a la universidad. Ni siquiera había pensando en comer, hasta eso le da nervios teniendo a Naruto en casa y tan cerca. ¿Es que acaso no podría hacer su vida con la normalidad de siempre?
—Sólo fueron unos simples besos —susurra otra vez a modo de regaño.
—¿Dijiste algo? —Naruto avanza hacia Hinata mientras abotona su camisa.
—No, no —ella niega rápidamente con la cabeza.
—Hmm... —Naruto permanece detrás de ella, la sigue con la mirada y sabe que Hinata lo sabe.
Termina de arreglar los botones del muñecas de su camisa sin siquiera mirar lo que está haciendo. Permanece quieto observando cómo Hinata desliza lo que parece ser un brillo labial por sus labios.
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La esposa del Profesor [NaruHina]
Fiksi PenggemarHinata es una muchacha tranquila, con metas claras. Su sueño es la literatura, entrar a una buena universidad para ser una profesional excelente. Existía sólo un pequeño problema entre medio, y es que la falta de dinero le había hecho crecer en una...