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"Abre los ojos y no confíes en todos, de diez ovejas nueve son lobos."

El Guasón.

11 de agosto de 1994.

A dos semanas de que las vacaciones de verano llegaran a su final y el comienzo del cuarto año comenzara, una lechuza blanca llego a la ventana de una casa de tres pisos picoteando suavemente en el vidrio de está esperando que la dueña de la habitación le permitiera la entrada, sin embargo, la ventana no se abrió.

Una joven se removía bruscamente en la suavidad de su cama con la respiración agitada, lagrimas bajando de sus ojos cerrados y balbuceos incoherentes que salían de sus labios.

En los sueños de la castaña aparecía un hombre pelinegro en medio de llamas verdes en lo que parecía ser un sacrificio, después eran dos hombres en un gran duelo en donde uno de ellos salía victorioso, luego el sueño volvía cambiar a un hombre de gran altura vistiendo solo una bata mientras este decía el nombre de uno de los imperdonables, el Avada Kedavra, mientras de la varita de este salía un rayo verde golpeando en alguien y rebotando en el mago desconocido.

Esos hombres siempre aparecían en los sueños de la castaña, las mismas voces, los mismos sucesos, los mismos magos. Todo era exactamente igual, todas las noches era lo mismo desde que se había acabado el tercer año, la castaña no comprendía el porqué de estos sueños y cuál era su significado.

Cuando por fin despertó se dio cuenta de que era lo que ocasionaba el ruido que la hizo salir de sus sueños, era Hedwig, quien traía una carta atada en una de sus patas. La carta era de Harry, su mejor amigo y hermano, con algo de emoción agarra la carta para leerla.

Querida Mia;

Te cuento que este verano ha sido mucho mejor de lo que esperaba, al principio pensé que me quedaría con los Dursley, pero no, a mitad del verano vino Remus, el señor Weasley, junto con los gemelos y Ron a recogerme por orden de Dumbledore, según el señor weasley el director los autorizo para que yo pudiera pasar lo que quedaba de las vacaciones en la madriguera con los Weasley, así que aquí estoy.

Todas las mañanas me he levantado y no he tenido que hacer el desayuno porque ya estaba hecho —por cierto, nunca me cansare de decir que la señora Weasley cocina delicioso más tarde ayudo arreglar la casa con Ron, después jugamos quidditch con los gemelos —aunque nos toca volar bajo, no queremos que pase lo de segundo año— luego esperamos a que el señor Weasley llegue para comer y al final, ayudo a Ginny secando los platos mientras ella los lava —¿Ya te había dicho que es bonita? ¿Y que sus ojos brillan a la luz de la luna? — así han sido todos los días hasta ahora.

Es como si, de alguna manera, mis padres estuvieran conmigo... como si yo tuviera una familia. En fin, ese no es el motivo de mi carta, solo quería contarte que hace dos días al señor Weasley le dieron unos boletos para ir a la copa mundial de quidditch, ¡voy a poder ir a ver la copa mundial de quidditch! Ron y yo, junto con los gemelos estamos muy emocionados, sin embargo, nos sobra una boleta, ya que, la señora Weasley no va con nosotros, ¿Quieres venir con nosotros? Se que no te gusta el quidditch, pero podíamos aprovechar estas dos últimas semanas.

Espero y digas que sí, nos iremos el 18 de agosto temprano, así que espero que digas si, por el contrario, si decides no ir, no hay problema, nos veríamos en Hogwarts.

Adiós Mia, te saluda, tu mejor amigo: Harry Potter.

Al terminar de leer la carta de Harry, Hermione tenía una sonrisa en la cara, estaba feliz de que Harry se sintiera feliz con los Weasley, nadie más que él lo merecía, sin embargo, eso no evitaba que una sensación amarga creciera en lo profundo de su corazón al saber que Harry la olvido por todo el verano. Claro que entendía lo que estaba sintiendo su mejor amigo, el crecer sin padres y con tíos que abusaban de ti solo por respirar fue algo que marco a Harry tanto psicológicamente como emocional, gracias al abuso de sus tíos el castaño muy difícilmente pudo desarrollar parte de su emocionalidad, sin embargo, no puede culparlo de no saber expresarse libremente cuando nunca tuvo alguien para ayudarlo.

The héroes in a poorly told story.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora