2:Argent [El origen de la muñeca]

Capítulo 26

"Confundí cariño con el amor" -Shein.

Inauguré mi bar....

"CLANDESTINOS"

Decidí nombrarlo así por aquellos que llegaron en busca de un escape. Una diversión. Una aventura. Un romance. Vivir diferente a lo que a diario viven. Librarse de los demonios y cadenas que los atan a la perdida propia.

También llegamos a vísperas navideñas. Una navidad diferente al parecer. Sané el hombro. No quedó herida gracias a Bruno. Mi Nonno. Diría que las cosas se han arreglado por acá, que todo salió como lo imaginé. Pero les estaría mintiendo.

Perdí la relación con mi hermano mayor. Bruno y Lorenzo se perdonaron y se llevan mejor de lo que esperaba. El señor Argent, se ha mostrado más cálido. Es más abierto en cuanto a los temas de la familia. Incluso ha tratado de llevarse mejor con mis hermanas. Por muy tedioso que, le parezca.

Bianchell viajó por Europa. Conoció el más mínimo rincón, ese dónde nadie se ha atrevido a visitar. Está llena de alegría, de vida. Ella ha sanado. Ha decidido seguir a pesar de las adversidades. De hecho, está conmigo decorando la oficina junto a mí. Mañana es noche buena. Por lo qué, debemos apresurarnos para estar listas, ya que, en la noche, abriré las puertas del bar. Una fiesta antes de noche buena.

-Un escritorio de madera oscura quedaría genial -comenta mi mejor amiga-. Detrás un estante con libros, y plantas artificiales porque contigo se mueren.

Se me escapa una carcajada fresca. La miro y ella ríe junto a mí. Estamos llenas de tierra. Una sujeta un trapo para limpiar mientras que yo estoy moviendo unas cajas donde tengo algunas cosas para decorar.

-Los cactus son lindos -me defiendo.

-Y los únicos que sobreviven en tus manos -recrimina.

-Claro que no.

-¿Recuerdas las flores que te regalé para que tuvieras una decoración en la ventana? -asiento-. ¿Cómo terminaron?.

Muertas

-Tu ganas -digo de mala gana.

Decoramos, limpiamos, reímos, pasamos una grata tarde. Disfrutar con las personas que amas. Que te aman a pesar de la mierda que vives. Es algo que no recomiendo saltarse. Olvidas lo vivido. Lo malo. Lo peor. Lo triste. Mientras que tú mente se centra en el instante. En las risas. Las bromas. La felicidad y sonrisa plasmada en tu rostro.

-Ahora sí.... Cuéntame, ¿cómo es que estás enamorada?.

Echo mi cabeza hacia atrás apenada. Nos sentamos en indio desde unos minutos antes para comer. Bianchell es la única que sabe que siento cosas por Lorenzo. Bueno, Bruno igual pero es un caso aparte. El no cuenta. Creo.

-No sé si puedo decir que estoy enamorada -fijo mi vista en el suelo-. Es... Extraño... Cuando lo veo mi cuerpo quiere que me toque.... -me mira con una mirada pícara-. ¡No de esa manera!.

Ríe la muy cínica

-Si tú lo dices -se encoge de hombros.

-Lorenzo ha demostrado ser una gran persona, Bianchi. Es carismático. Serio. Atento. Se preocupa por mí cuando soy una desconocida en sus vidas -siento la cara arder con mis palabras y mi pulso a mil-. Sus ojos verdes me hechizan... ¿Recuerdas cuando te decía que soñaba con alguien de ojos verdes? -asiente-. Pues... Creo que lo encontré.

Ay Shein, y dices no estar enamorada

-Mereces ser feliz, y por lo que me has contado sobre el, se nota que es un gran chico.