"Los demonios solían ser ángeles del cielo, hasta que la corrupción los hizo ser quienes son" -shein.
Al decidir ser de nuevo la ficha del tablero. Guardé el miedo y lo encerré en lo más profundo de mí. Mis hermanas conocían lo ocurrido. Igual que mamá. Habían reñido, luego abrazado. Hicieron lo que había anhelado. Termino de ajustar los botones de la manga de mi camiseta para salir a Italia.
Llegó el día del juicio
El esmoquin color negro con botones dorados vestían. El cabello negro largo y liso, libre. Un maquillaje suave para mezclarse con la frialdad de mí mirada. Preparándome para enfrentarme al mismo diablo. Tomo una canada de aire para salir de mi habitación.
El personal me mira con miedo. Admiración. Incredulidad. Verme firme aún después de ser rota. Subo al Ferrari para irme al aeropuerto. Bianchell me acompaña el día de hoy.
Llegamos a Italia antes de la hora. Bruno estará en el público junto a Lorenzo. Junto a mí hermana. Mientras que yo, seré quién sea interrogada.
-¿Segura que?...
-Cien por ciento, Lorenzo -hablo sin titubeos.
-Igual esto es una farsa, ¿No? -Bianchell nos mira confundida.
-La idea es encerrar a Dominik -relato con los brazos cruzados-. Para luego matarlo. Si llega a ir a una audiencia real, puede pagar, chantajear o comprar al juez. Y no le daré ese voto.
-Merece morir, él perro ese -reprocha mi amiga furiosa.
Lorenzo suelta una carcajada ante la mención de mi amiga. Bruno se une con su traje negro. Hoy, la familia viste de negro. Así cómo el uniforme de la agencia. Somos la FEECN. Pero ocultamos la verdad bajo la sombra de la mentira.
-Es hora de la función -comenta con una sonrisa gallarda-. Principessas.
Con rumbo al tribunal, observábamos helicópteros en el cielo. Camiones blindados y toda la policía en las calles. Bruno se preparó en caso de una invasión. Los periodistas parecen hormigas fuera de la estructura. Por primera vez, en los años que tengo aquí. Un miembro de la empresa Toriccelli y Argent, son llevados a juicio o son partes de un caso. Con las gafas negras, sujeto la mano de mi hermana para salir.
Las preguntas llegan sin frenos. Cómo un ataque de bombas en la primera y segunda guerra mundial. Flashes cegandonos, y una multitud alocada por las atrocidades que se murmuran en los rincones del mundo.
-¡Señores Toriccelli por acá!.
-¡Señorita Argent!.
-¡¿Quienes los acompañan?!.
-¡¿Por qué Dominik Meier está bajo arresto?!.
Sigo con la mirada al frente. Nuestros escoltas retroceden a los periodistas. Somos el ojo del huracán. Un día soleado, con el mayor de los desastres. Bianchell aprieta mi mano con fuerza. Está nerviosa. Respondo de la misma forma, brindándole seguridad.
-¡Para atrás! -exclama la seguridad.
Los murmuros y cuchicheos pueden generar el más ruidoso de los conflictos. Un rumor falso, te hace amar al hipócrita y odiar al inocente. Empujones e intentos de cercanía, nos hacen avanzar rápido.
Roma, está despierta
Entramos en el gran tribunal, los abogados, jueces, secretarios. Reunidos acá dentro. La inmensa puerta de madera es cerrada a nuestra espalda. Estamos a pasos de enterrar la verdad.
-Un gusto, soy el abogado Pharrell Beckham.
Es mayor que Bruno. Tiene ojos negros y cabello blanco. Porte atlético y frialdad en su mirada. Ofrezco mi mano en saludo y la acepta. Ya presentados. Avanzamos hasta el estrado. Repleto de personas. La mayoría son agentes secretos. Unos son cadetes que utilizamos como carnada. Bianchell se sienta con Bruno y Lorenzo en primera fila.
ESTÁS LEYENDO
2:Argent [El origen de la muñeca]
AçãoLa vida no te enseña a ser fuerte. Te obliga a serlo. Y eso, es lo que nuestra querida Shein no sabe En un mundo lleno de machistas. Drogas. Ataques entre carteles. Mentiras. Secretos. Perversión y obsesiones, ella deberá infiltrarse para pagar su d...