- Maldita sea, hace un calor del infierno- masculló el alemán mientras se quedaba en medio de la cancha para regular su ritmo cardiaco.
Ya habían pasado dos días desde su encuentro en el pasillo con Isagi. Kaiser pensaba que lo había hecho de maravilla, que había dejado una buena impresión en el japonés. Y no era para menos, después de todo, era la primera vez que tenían una conversación sin intentar desearse la muerte.
Hoy, como cualquier otro día, entrenaron hasta que sus huesos no pudieran más. La jornada ya había terminado, algunos de sus compañeros iban a los bancos a sentarse y tomar agua, otros iban directo a los camarines y otros como Kaiser se quedaban un rato más en la cancha practicando con el balón o descansando sobre la hierba.
"Me estoy muriendo de sed" pensaba mientras se quedaba mirando al balón todavía metido en la red. La tarde era calurosa, Michael quería pedirle a Ness que le vaya a buscar agua pero no sabía adonde estaba y no quería gastar energías gritando o girando la cabeza para tratar de hallarlo, tampoco le apetecía caminar para buscar lo que quería.
- Hey- dijo una voz tras su espalda, se giró y sonrió.
- Hola Yoichi, siempre es un gusto verte- saludó como si no lo hubiera visto en toda la tarde.
En realidad, Kaiser estaba un poco molesto con el nipón, por quitarle un pase que iba dirigido hacia él, pero no tenía energías para recriminar, tal vez más tarde lo haría.
- Ten.
Apenas pudo ocultar su sorpresa, Isagi tenía extendido el brazo ofreciéndole una botella de agua.
Bueno...
En primer lugar, nunca se esperó que Yoichi caminará hacia el después de un entrenamiento extenso para entregarle una botella de agua, y la razón, sería, que nunca su cabeza había asemejado a Isagi como una figura angelical hasta este instante, es probable que Michael este comenzando a conocer la otra naturaleza de Isagi Yoichi, una naturaleza que es propia de la verdadera esencia del japonés.
Tal vez era el calor, el cansancio, o el olor a transpiración del espacio cerrado, pero el alemán no pudo evitar mirar su brazo extendido y el rostro del japonés una y otra vez. Kaiser pensaría que no estaba siendo tan obvio pero Isagi ya estaba perdiendo la paciencia,
"Parece estúpido" pensó el japonés, mientras esperaba alguna respuesta de Kaiser, que no hacía más que parpadear y observarlo como un tonto.
Yoichi diría que estaba perdiendo la paciencia porque el alemán quería burlarse de él alargando su buena acción, para regocijarse. Pero en realidad, Yoichi estaba comenzando a ponerse a nervioso porque creía que Kaiser había hecho cortocircuito.
"Tómala ya, pedazo de..." pensaba urgentemente mientras miraba de reojo a su alrededor, divisando a algunos compañeros señalándolos sin disimulo.
- ¿vas a tomarla?- preguntó simulando una sonrisa educada- porque si no...
Dijo mientras hacía ademan de girarse por donde había venido y tratar de desaparecer, pero Kaiser lo agarró de la muñeca y le quitó la botella.
Fue rápido, en menos de cinco segundos la destapó y tomó dos largos sorbos. Miró a Isagi con una gran sonrisa, iba decir algo pero se detuvo, finalmente se acercó dos pasos más hacia el nipón y formuló su sonrisa de zorro astuto.
- No está envenenada ¿o sí?
Isagi tuvo un breve flashback de su último y desastroso encuentro. Tan solo imaginarlo vívidamente provoca que quisiera meterse en su cama y gritar con la almohada contra su rostro de vergüenza hacia sí mismo.
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ALGO INESPERADO // KAISAGI
FanfictionEs imposible que Isagi Yoichi, alguien amable, empático, con corazón de abuelo se enamore de alguien egoista, grosero y egocéntrico como Michael Kaiser. ACLARACIÓN: LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, SON DEL MANGA/ANIME BLUE LOCK Y SU RESPECTIVO AUTOR.