Al final, el gato peluzón era de uno de los trabajadores de la cafetería, el día anterior lo había llevado a la veterinaria y como no tenía tiempo, lo trajo consigo a su lugar de trabajo. Tal vez, debió de salir de su jaula mientras estaba terminando de ordenar el interior de la cocina porque cuando volvió ya no estaba. Isagi fue el que mantuvo gran parte de la conversación, mientras, que su acompañante parecía bastante lejano a lo que estaba sucediendo. Se despidieron cortésmente y dieron media vuelta, dirigiéndose a entrenar.
- Yoichi, ¿siempre te interesa la vida de todas las personas?
Preguntó de la nada el alemán. Realmente sentía curiosidad, las pocas veces que había observado al japonés fuera de la cancha, con otras personas, siempre se mostraba amable y bastante hablador, hasta parecía tener un interés genuino por las conversaciones triviales, sin importar si le estaban contando un problema de tráfico, siempre se veía inmerso e interesado.
- ¿de qué hablas?, solo es ser amable.
- ¿entonces finges interés?, que cansador- resopló medio burlándose.
- No es nada de eso- frunció el ceño- es normal escuchar a la gente y ser educado.
- Haaa, ¿entonces te gusta el chisme?
Isagi giró la cabeza encontrándose con su mirada burlesca, hubo un enfrentamiento de miradas, ambos retándose. Yoichi rompió el contacto visual, dirigiendo su mirada al frente, sacudió levemente la cabeza.
- No deberías hacer ese tipo de expresiones- reprendió, no esperó respuesta y siguió hablando- ni siquiera ocultabas tu aburrimiento y molestia, a lo que me refiero, es que no eres un niño para actuar de esa forma. No sabes por lo que está pasando la otra persona, la haces sentir mal, por eso siempre causas malas primeras impresiones.
Eso último a Isagi se le salió del alma.
¿Era necesario decirlo?, no.
Fue un vomito verbal. Era inevitable que no lo dijera.
Y no era para menos, el trabajador cuyo nombre era Dave, estaba consumido en vida, su ropa le quedaba grande, tenía grandes ojeras y algo en su aura, le decía a Isagi que vivía a base de bebidas energéticas, básicamente, un ser humano consumido por la universidad, la ansiedad y el estrés. Sumándole que era trabajador a medio tiempo y que tenía un gato que llevó a la veterinaria, quizás cuánto dinero habría gastado. Por lo que conversaron, estudiaba enfermería y estaba en época de exámenes. Casi se puso a llorar cuando vio a su gato. Lo abrazó como si estuviera recargando energías, y, por cierto, vivía solo, lejos de su familia. Tenía un tono amable pero de vez en cuando su mirada de desviaba a Kaiser y de forma inconsciente se encogía un poco en su lugar, su voz también se rompía por momentos. Se despidió con un "no quiero molestar", mirando al alemán, como pidiendo perdón.
- Mmm- emitió Kaiser considerándolo- entonces, estás diciendo que estabas equivocado con respecto a mi personalidad, ¿eso significa que ahora le gusto a Yoichi?
Isagi sintió un intenso escalofrío recorriendo todo su cuerpo, algo se rompió.
Giró bruscamente su cabeza, agradeciendo a Dios que no se dislocara el cuello, y miró al alemán como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
- Que tonter...-
Kaiser no lo dejó terminar, siguiendo con su palabrería engañosa.
- Me alegra que te preocupes por mí- sonrió a ojos cerrados, de forma genuina.
Isagi tuvo ganas de vomitar.
Después de eso, Yoichi lo ignoró y caminó rápidamente, casi corrió hasta la cancha de entrenamiento, con un rubio persiguiéndolo a la par como si se tratara de una competencia de quien llega primero.
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ALGO INESPERADO // KAISAGI
FanfictionEs imposible que Isagi Yoichi, alguien amable, empático, con corazón de abuelo se enamore de alguien egoista, grosero y egocéntrico como Michael Kaiser. ACLARACIÓN: LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, SON DEL MANGA/ANIME BLUE LOCK Y SU RESPECTIVO AUTOR.